Faltan horas para que Elena Tablada dé a luz. Será madre de su segunda hija, la primera con su actual marido Javier Ungría. Y mientras algunos medios publican que la diseñadora ya ha ingresado en el hospital para el parto tras nueve meses de embarazo, su Instagram nos ha dado la prueba de que una persona muy especial estará junto a ella los días posteriores al nacimiento de su pequeña. Su hija mayor Ella, fruto de su relación pasada con David Bisbal, ya ha regresado con su madre después de unos días en casa del cantante.
Para amenizar esta cuenta atrás que parece eterna desde que tocó quedarse en casa, la familia Tablada (a la que pronto se incorporará una más) ha hecho sushi casero. Horas más tarde, para aprovechar los pocos pero intensos rayos de sol que se dejan ver por Madrid, Ungría le hacía una jugarreta a la mayor de la casa en su terraza. “Una cosa es robarme los calcetines, ¿pero los de Ella?”, escribía Elena en un story.
Estas últimas semanas preparto se han hecho un poco cuesta arriba para la vip. “Lo mejor está a punto de llegar”, apuntaba a golpe de hashtag en el que podría ser su último post antes de ser madre por segunda vez. En él, con una foto realizada en plena meditación, Tablada aconsejaba una rutina para futuras mamás que, según ella, le ha ayudado mucho en esta recta final del embarazo. “La conexión más mágica y espectacular”, reflexionaba mientras se sujetaba la tripa.
Elena ha pasado por muchas fases en el último mes. El nerviosismo por saber que su parto se produciría en plena crisis sanitaria, con los hospitales sobrepasados por la lucha contra el coronavirus, le generó durante un tiempo bastante ansiedad. De ahí que hubiese un día en el que la diseñadora dijese ‘basta’ e intentase cambiar el chip.
No podía seguir perdiendo el tiempo planteándose si su parto será como se imagina, si el virus afectará al bebé que está por llegar o si podrá hacer el piel con piel tras dar a luz. Ahora lo único que tiene en mente es cómo será su segunda hija y si se parecerá más a ella o a Javi. Estos días de cuarentena los han aprovechado para dejar listo el cuarto de la pequeña y para echarle sentido del humor a su situación. “Con lo mala que está la cosa fuera y lo rico que me cocina mi papá, mejor me quedo en este hotel”, apuntaba con ironía este fin de semana.