Marisa Jara protagoniza una sesión de fotos en bikini poco antes de dar a luz

No queda nada para que Marisa Jara cumpla su sueño de convertirse en madre. La modelo, que pasó por una complicada carrera de obstáculos hasta que logró quedarse embarazada, cuenta los días para dar a luz al que será su primer hijo junto a Miguel Almansa. Y para celebrarlo, su Instagram nos ofrece una completa sesión de fotos de la futura mamá, que posa en la orilla del mar, en bikini, dejando su tripa al descubierto, junto a un mensaje que deja a las claras cómo se siente en este importante momento vital.

"Cómo algo tan pequeño puede hacerte sentir tan grande y fuerte", ha expresado en este aplaudido post donde ha recibido el apoyo de amigos y compañeros como Falete, Miguel Frigenti o Susana Uribarri. Una publicación que llega a su feed poco después de que revelase en una reciente entrevista para Lecturas que contagiarse de covid-19 a los dos meses de empezar este proceso le hizo temer por la salud de su bebé.

"Me ingresaron con neumonía, tenía 40 de fiebre y estuve medio delirando, muy grave. No podía respirar, me vino una ambulancia a recoger", contó a la revista, donde alegó que esta experiencia que por desgracia no pasó de manera leve fue "peor que el cáncer", "un tumor de 6x8 en el estómago" que se llevó parte de su colon y que le dejó una "cornada de la tripilla" en 2018, cuando estaba inmersa en un tratamiento de fertilización que paralizó y retrasó esta maternidad que en cuestión de semanas será una realidad.

Así afronta Marisa Jara la recta final de su embarazo

El niño, al que pondrán de nombre Tomás y que llegará al mundo en marzo, fue definido por el equipo médico que la atendió durante su ingreso por coronavirus como un "campeón". A él le está dedicando los últimos contenidos que encontramos en el perfil de redes de Marisa Jara. "Contando los días", manifestó la semana pasada.

Desde que supo que sería madre, la modelo se declara constantemente como "la mujer más feliz del mundo". Consciente de lo mal que lo ha pasado hasta llegar a este punto, cada mañana da las gracias y convierte "cada patadita de Tomás es una fiesta". Una alegría que comparte con su chico, que trabaja como asesor de créditos inmobiliarios y al que, en palabras de Jara, "Dios me puso en mi camino". Un hombre al que reivindica como "perfecto" para formar una familia.