12 años han pasado desde que se estrenó en la maternidad. Por entonces no había Instagram que valiese. Si estabas embarazada (y eras vip, claro), solo tenías dos opciones: o contarlo a golpe de exclusiva o dejar que lo confirmasen los paparazzis. Pero las cosas han cambiado infinito desde entonces. Ahora que Paula Echevarría está embarazada por segunda vez le ha tocado demostrar todo lo que ha aprendido en esta década como it girl. Y ha cumplido todo lo que se espera de una influencer premamá a rajatabla. Con una excepción:
Cabe señalar que ella contaba con el factor sorpresa. A pesar de que entre la prensa comenzaba a rumorearse la noticia, sus más de tres millones de seguidores se quedaron en shock cuando pronunció ese mítico "en unos meses seremos uno más". Blanco y negro, tripa al aire para mostrarla con orgullo, su chico y padre de la criatura dándole un beso en la frente y su hija Daniella, la hermana mayor del bebé que está en camino, abrazándola por detrás. Un clásico para anuncios como este. No decepcionó.
Desde entonces, el feedback lo hemos recibido a través de los stories. Este contenido solo podía ser apto para sus fieles. Su dieta para esta nueva etapa, los ejercicios adaptados por su personal trainer o los tratamientos estéticos que harán que el cuerpo cambie lo menos posible cuando dé a luz. Este ha sido el día a día de la Pau Eche embarazada. Pero estaba claro que un nuevo bombazo estaba al caer. ¿Era niño o niña? ¿Qué nombre le pondrían?
En este escaso mes que ha pasado desde que nos enteramos de que sería madre con Miguel Torres, su pareja desde hace tres años, se ha dado por hecho de que tendrían un varón. El motivo, un comentario de Luismi, hermano de la actriz, que manifestó su alegría por la llegada de un nuevo 'sportinguista'. Pero al confirmarlo, más allá de los miles de comentarios de enhorabuena, a más de uno le ha llamado la atención su forma de decir que "es un niño" y que se llamará Miguel, como su padre. Y no es la primera vez que pasa.
En la foto con la que lo hacen oficial aparecen tanto Paula como Miguel en el jardín de la casa que comparten en Villafranca del Castillo. En letras mayúsculas, con globos y en azul eléctrico, el sexo de la criatura. Misma tonalidad de los globos, la camisa, los vaqueros, la blusa y hasta el emoji que aparecen en la instantánea. Una asociación añeja del color azul con el sexo masculino que parecía haberse desterrado pero que sigue siendo un must en Instagram. Ahí sí que podría haberse desligado de los imprescindibles de cualquier influencer.
Así se lo ha hecho saber la ginecóloga y obstetra Mercedes Fluiza, que le ha achacado que no aprovechase su altavoz para "desterrar que el celeste es de niño y el rosa de niña", demostrando que "los colores no tienen género", ahorrando así muchos problemas que sufren muchos niños por estos dichosos prejuicios. "Severos problemas de identidad y discriminación por género", los ha definido la doctora, que con su comentario ha abierto un debate en la publicación de Paula Echevarría. Miguel Torres también ha recibido comentarios en este sentido, donde le recuerdan que estas asociaciones "son muy del siglo pasado" y le recomiendan "avanzar un poco".