Su sentido del humor, su carisma y su manera de desenvolverse frente a las cámaras han hecho que Roberto Leal se haya convertido en uno de los rostros más queridos por el público. No hay formato que se le resista al presentador, poniéndose al frente de programas de televisión de distinta temática, desde contenido de actualidad hasta musical. Una profesión que le hizo conocer a una de las mujeres de su vida, Sara Rubio, su pareja, con la que saborea las mieles del éxito tanto en lo profesional como en lo personal. El pasado mes de octubre, el sevillano anunciaba, con la espontaneidad que le caracteriza, que estaba esperando a su segundo hijo. Una buena nueva que han llevado en la máxima discreción y de la que no habían dejado ni rastro en redes, hasta el día de hoy.
La periodista se percataba hace unos días que algo había cambiado en este embarazo a comparación del primero. “Dicen que los segundos son unos supervivientes… y parece que lo son hasta antes de nacer. De 28 semanas y ni una sola foto del embarazo”, caía en la cuenta Sara en su cuenta de Instagram, mostrando una imagen de cuando estaba esperando a la pequeña Lola, que ya tiene 3 años. La pareja cumplió su deseo de ser padres en 2017 con la llegada de esta niña, dos años después de haberse dado el ‘sí, quiero’.
Ahora, casi un mes después de estas declaraciones e inmersa en el tercer trimestre de embarazo, Rubio ha resuelto este dilema. La mujer de Leal ha compartido un retrato que refleja la ilusión de la familia ante la inminente llegada de este nuevo miembro. “Ahora sí, primeros besos retratados”, escribía junto a esta escena en la que su primogénita da un beso a su abultada tripa mientras la observa sonriente. El presentador no ha podido resistirse a comentar al ver a su familia –a falta de su famosa chihuahua Pepa- reunida en este tierno retrato. “Eso es lo que quiero, besos”, comentaba adjuntando unos emojis que descubren lo enamorado que está y la felicidad que le supone ser de nuevo papá en tan poco tiempo.
A pesar de no poseer la abrumadora popularidad de su marido, Sara también es periodista y ha estado trabajando detrás de proyectos de deportes o de información. De hecho, sus caminos se cruzaron cuando Roberto se tuvo que poner al frente del programa en el que colaboraba, mientras ella trabajaba en otro espacio de la misma cadena.
“Entre en el comedor y la vi en un buffet de ensaladas. Entre huevos duros, cebolla rallada y remolacha”, recordaba cómo fue la primera vez que la vio, dándole un punto de humor a la historia. “Ella se sentó en un sitio libre, yo me senté a su lado y tiré de ‘acentito’. Luego nos tomamos un café y todo fue muy rápido”.
Después de cinco o seis meses de conquista continua, según él mismo confesaba en una entrevista, ambos acabaron enamorándose. Tras varios años de noviazgo, el comunicador decide formalizar la relación y le pide matrimonio en su fiesta de cumpleaños, llegando a pasar por el altar hasta en tres ocasiones: la primera en Las Vegas, luego otra por lo civil y, por último, con una ceremonia. La guinda la toda a esta historia la puso Lola, su primera hija, que dio por cumplido su deseo mutuo de formar una familia.