Hace unos meses, Tamara Gorro incidió en una idea que siempre ha tenido clara, pero que dado el complicado momento que atraviesa, ha cogido especial significado: lo esencial del vínculo que la une a sus hijos. "No sé qué sería de mí sin ellos”, decía en referencia a Shaila y Antonio, fruto de su relación con Ezequiel Garay. La presentadora ha atravesado multitud de obstáculos en su proceso para ser madre, de los que ha dado cuenta en sus redes sociales durante estos años, y que han reforzado el amor que siente por sus pequeños. Ahora ha querido dar visibilidad a aquellas mujeres que, como ella, se enfrentan a problemas cuando deciden experimentar la maternidad. Y para ejemplificarlo ha rescatado uno de los momentos más complicados que vivió durante dicho proceso.
El pasado verano Gorro hacía balance sobre sus vivencias como madre, llegando a la conclusión de que "mamá es quien ejerce y se gana ese cariño y respeto". Pero el proceso hasta conseguirlo ha sido, en palabras de la extronista, "una pesadilla". Ezequiel y ella deseaban ampliar la familia, pero no lo conseguían, por lo que la pareja lo intentó en repetidas ocasiones mediante la fecundación in vitro. Finalmente, en 2013 llegó Shaila a la familia, mediante un proceso de gestación subrogada que el año pasado explicaron a la niña.
Con el proceso que llevó finalmente al nacimiento del pequeño Antonio, en 2017, las cosas fueron complicadas también. Como ella ha contado en alguna ocasión, llegó a someterse a dieciocho intentos de reproducción asistida. En sus propias palabras, un año de "preparación, quirófanos, mentiras, medicamentos y pruebas". Por eso, cuando finalmente se quedó embarazada de su segundo hijo, estalló de alegría: "Ahora sí que creo en los ángeles", reconoció entonces. Y ahora, Tamara ha querido echar la vista atrás y homenajear a todas las mujeres que han pasado por situaciones parecidas a la suya.
Para ilustrar lo complicado de dicha realidad, ha compartido una imagen de uno de sus propios procesos, concretamente en el que intentó ser madre por primera vez. Una fotografía de diciembre de 2013, en la que la Gorro aparece en unas instalaciones médicas, completamente vestida con ropa quirúrgica y un gorro floreado que cubre su cabello, en pleno procedimiento de reproducción asistida. Según lo que ella misma ha relatado, si no le falla la memoria, se trata del octavo intento para quedarse embarazada, que resultó infructuoso.
En el texto que acompaña a la publicación, la madrileña ha puesto en valor a todas aquellas mujeres que "luchan cada día para formar una familia", a las que ha querido mostrar su admiración y reconocimiento, dando visibilidad a los momentos complicados que muchas veces se atraviesan en el proceso de convertirse en madre. "Sufrimiento, lágrimas que no cesan, intentos de abandono, sentirse nula como persona viendo que no es capaz de conseguirlo, insegura…", ha enumerado la autora de 'Cuando el corazón llora'.
Tamara se ha explayado con respecto a las destinatarias de su homenaje, acordándose de las mujeres que siguen en el camino de ser madres, de las que ya lo han conseguido, y también de quienes las acompañan en el proceso. La influencer ha hecho una mención especial a aquellas que, por el motivo que sea, no han podido seguir adelante, "porque no tienes más embriones congelados, ni economía que te lo permita", ha expresado (la propia Tamara reconocía hace unos meses tener un óvulo fecundado en Estados Unidos). A todas ellas ha querido mandar un mensaje de lucha, fuerza y constancia, animándolas a no rendirse.