La familia virtual de Tamara Gorro está muy acostumbrada a que la influencer muestre en sus redes a sus hijos, Shaila y Antonio. Los pequeños son, como ha reiterado hasta la saciedad, lo más importante en su vida. Debido a los altibajos fruto de la grave depresión que padece y tras separarse de Ezequiel Garay el pasado mes de enero, ha reforzado todavía más si cabe su vínculo con los dos. "No sé qué sería de mí sin ellos", reconocía hace unas semanas, tras irse de viaje con ambos en autocaravana. Tamara quiere despegarse de ellos lo mínimo y, como ya contado en otras ocasiones, le gusta mimarlos, aunque ello le pueda granjear críticas puntualmente. Es lo que ha ocurrido recientemente al mostrar la merienda de los pequeños.
El verano pasado Tamara hacía balance sobre estos años de maternidad. Sus seguidores conocen bien las dificultades a las que se han enfrentado Ezequiel y ella en todo este tiempo, o los muchos conflictos e incertidumbres que vive como madre. "Mamá es quien ejerce y se gana ese cariño y respeto", escribía en Instagram junto a un vídeo en el que pasaba tiempo con sus retoños y sus tres sobrinos y con el que confesaba . Y a la Gorro le gusta recompensar a sus pequeños toda esa fuerza y energía que le aportan a diario. De ello ha hablado recientemente en su cuenta de Instagram.
Tamara ha publicado un pequeño vídeo en el que muestra cómo son las tardes en casa, cuando sus hijos vuelven del colegio. Posando con la mochila de uno de ellos, ha confesado cuál es una de las meriendas que les prepara de vez en cuando, mostrando en la otra mano un pequeño bollito relleno de onzas de chocolate. Consciente de que el dulce podía generar críticas debido al tipo de comida que les ofrece, la extronista se ha dirigido directamente a su familia virtual para anticiparse a los posibles mensajes negativos.
"Llamadme mala madre", ha comenzado Gorro, reconociendo que sus hijos "no pueden ser más felices" cuando salen del cole y ven su bocata de chocolate. Tirando de humor, la madrileña ha abierto una encuesta para que sus más de dos millones de seguidores pudiesen dar su opinión en el propio story sobre la merienda que prepara a Shaila y Antonio. "¡Claro que sí!" o "Pues muy mal…" son las dos opciones entre las que su familia virtual ha podido escoger.
Lo cierto es que, como ocurre con muchas vips en Instagram, Gorro sí ha tenido que verse expuesta a críticas respecto de la forma de educar a sus hijos. Ocurrió, por ejemplo, hace unos años, cuando celebró por todo lo alto la fiesta de cumpleaños de Shaila y se sucedieron los comentarios negativos: "Prefiero quitarme yo una cosa para que ella o él lo tengan. Y soy así, y creo que todo el mundo si pudiera lo haría", explicaba entonces. También quiso adelantarse el pasado mes de noviembre, cuando reivindicó que su hijo Antonio llevase vestido en la noche de Halloween: "¿El niño es feliz? Sí, nada más que hablar", zanjó entonces.