La leche es uno de los alimentos fundamentales para los primeros años de vida del bebé. La lactancia materna será crucial para el desarrollo y el crecimiento de los pequeños y le ayudará a hacer frente a las distintas enfermedades que podrán aparecer. Pero, ¿has oído en los últimos tiempos que la leche de cabra también será beneficiosa?
Lo primero que debes saber es que la leche de cabra es un alimento muy saludable. Este tiene un alto contenido en proteínas, así como en otros nutrientes que pueden ayudar a que el organismo se desarrolle de forma adecuada. Pero, ¿será recomendable darle leche de cabra al recién nacido?
Lo cierto es que, de forma general, la leche de cabra se encuadra dentro de un grupo de alimentos que es muy importante en la dieta. Por tanto, puede tener una infinidad de beneficios. El primero de ellos es que mejora y fomenta el desarrollo muscular debido a los aminoácidos que contiene y la buena digestión que provoca.
También, la leche de cabra hace que haya más densidad ósea debido a su buena cantidad de calcio. Además, en general, la ingesta de leche, durante toda la vida de la persona, reduce el riesgo de sufrir algún tipo de fractura, así como reduce la aparición de la osteoporosis. De la misma forma, es cierto que la leche de cabra es mucho más digerible que la de vaca, ya que tiene una menor cantidad de lípidos.
Será recomendable la leche de cabra entre los más pequeños, pero habrá que esperar un tiempo para introducirla. Si no se hace así, se podrán producir distintas alergias o intolerancias. Además, lo más normal será que los pediatras no recomienden su ingesta hasta los doce meses, ya que habrá que esperar un tiempo prudencial. La leche de cabra tiene una alta cantidad de minerales, que pueden ser especialmente agresivos para el riñón si todavía no se ha desarrollado.
Si echas un vistazo al mercado puedes encontrarte con distintas opciones de leche de fórmula, entre ellas de cabra. Estas pueden ser una alternativa cuando las que son de vaca generan gases o molestias intestinales en los más pequeños. Además, como ya hemos comentado, la leche de cabra podrá ser más fácil de digerir. Eso sí, habrá que consultar con un pediatra antes de comenzar con ese tipo de alimentación.
Aunque la leche de cabra no tenga muchos inconvenientes, sí que es cierto que el mayor es el desarrollo de una alergia a las proteínas del alimento. Así, se podrá producir una alergia a la proteína de la cabra o al de la vaca.