Cuando ya parecía que habíamos dejado atrás aquello de “mamá, quiero ser youtuber” y que la redes sociales no tenían trucos para los padres nos encontramos con una nueva petición por parte de nuestros hijos que nos deja, literalmente, fuera de juego. Y es que ya son muchos niños de diferentes edades los que han soltado recientemente “mamá, quiero ser streamer”. Y claro, nos toca ponernos las pilas a toda velocidad para saber que están hablando de transmisión en vivo, de videojuegos y de Twitch. Por eso acudimos en tu ayuda y hemos preparado para ti una guía que te permita sobrevivir a esta locura desatada por ser gamer que se ha apoderado de tu hijo.

Puede que ya te hubieras dado cuenta de que tu hijo pasa más tiempo viendo cómo otros juegan a Fortnite, Minecraft y otros videojuegos, que jugando él mismo. Seguramente está viendo cómo gamers convertidos en auténticas celebridades como Ibai Llanos o Auronplay están retransmitiendo en directo cómo juegan a sus videojuegos preferidos, al tiempo que pueden interactuar con ellos formando parte de una comunidad o red social que se llama Twitch.

Se trata de una plataforma de transmisión en vivo o streaming que pertenece a Amazon y que cuenta con más de 15 millones de usuarios activos diarios en la que en sus comienzos se hablaba de deporte, pero que con el tiempo se convirtió en la plataforma perfecta para los gamers. Allí realizan transmisiones en directo de los juegos más populares a través de diferentes canales, que seguramente sean a los que se han enganchado tus hijos. Pero también hay canales en los que se habla de otros muchos temas, como comida, belleza, cultura o programas de entrevistas. Laura Escanes o Paula Gonu son algunas de las influencers que tienen su propio canal de Twitch con miles de seguidores

Twitch es gratuito y ofrece a sus usuarios, además del acceso a canales, la posibilidad de retransmitir en vivo, que es lo que puede resultarle tentador a nuestros hijos. Eso, y saber que se trata del trabajo con el que sus ídolos ganas muchísimo dinero haciendo lo que más les apasiona, que es jugar.

Para empezar no está permitido tener una cuenta de Twitch hasta los 13 años, y la recomendación es que no se la abran menores de 15 años. Por lo que aquí ya tenemos que hacer una primera valoración como padres para revisar a qué tiene acceso nuestro hijo en función de su edad.

El principal problema es que en Twitch no hay filtros ni moderadores, ni los padres cuentan con ningún tipo de restricción que puedan programar para que sus hijo no accedan a determinados contenidos. Y del mismo modo que pueden conectarse a un canal en el que se hable de su videojuego favorito, pueden acceder a otros en los que los juegos tienen un contenido violento. Además, los gamers piden en ocasiones donativos o suscripciones pagadas para acceder a privilegios especiales, como insignias de usuario o chats privados.

Es cierto que existen algunos filtros de búsqueda que pueden sernos de utilidad, como “Apto para familias” o “Educación”; pero no son del todo fiables porque ponerlos o no es una decisión de cada streamer.

Sí, y efectivamente este uno de los mayores riesgos que supone la plataforma para los menores. En todas las transmisiones hay un chat, aunque en algunos solo pueden participar los suscriptores o seguidores del streamer. En cualquier caso, es una vía de comunicación abierta con numerosos desconocidos, por lo que toda precaución es poca. El chat se puede ocultar, pero no desactivar, aunque también puedes limitar qué usuarios pueden enviarte mensajes directos.

La plataforma ha ampliado sus contenidos y a día de hoy se pueden encontrar retransmisiones de todo tipo, además de videojuegos. Desde gente bailando o comiendo hasta tutoriales de belleza en directo. Es cierto que Twitch no permite ningún tipo de contenido sexual o violento, pero no impide que sí lo haya en los videojuegos.

A lo que sí puede tener acceso es a contenidos que inciten al odio y al ciberbullying, sobre todo en los chats, aunque en algunos canales hay moderadores que controlan que no haya comentarios ofensivos. Se pueden configurar filtros en el chat para evitar mensajes hostiles o con contenido sexual explícito, pero no son infalibles.

Es bastante habitual que los usuarios de Twitch quieran ser streamers y comenzar a emitir sus propios contenidos aunque apenas tengan seguidores (o directamente no tengan). Pero como no podemos obviar los riesgos que tiene, si tu hijo es pequeño lo más aconsejable es que hables con él para entender qué quiere conseguir al retransmitir en vivo y explicarle los riesgos.

Si tiene una edad en la que crees que puede comenzar a retransmitir sus contenidos, han de poder hacerlo de forma segura, y para ello debéis acordar una serie de normas básicas que lo garanticen, desde el contenido hasta el tiempo que puede invertir en ello.