Marisa Jara hace públicos los problemas que tuvo durante el parto. Después años tratando de ser madre, la modelo curvy veía cómo recientemente este sueño se cumplía con la llegada de su primer hijo, Tomás. A través de sus redes, la andaluza se encargó de presentar al mundo a su pequeño. Una gran noticia llena de felicidad que escondía una realidad muy diferente. Y es que, la modelo dio a luz en un parto de riesgo por cesárea de urgencia del que ha querido hablar en detalle.
Así lo ha contado ella misma en Viernes Deluxe, programa al que ha acudido en el que ha contado su difícil historia. “Tenía retención de líquidos y la tensión muy alta, a 18, me hicieron una cesárea de urgencia y vieron que el bebé se había hecho caca dentro, la placenta se me pegó al útero, me lo sacaron poco a poco…”, ha desvelado.
Su entrevista sincera ha servido para conectar aún más a la modelo con el público general, donde encuentra cada día más apoyos. Marisa, que debido a los miomas de útero que desarrolló hace años estuvo a punto de ver cómo su sueño de ser madre se desvanecía por culpa del cáncer y de las múltiples operaciones a las que tuvo que someterse, ha narrado en televisión lo mal que lo pasó en el hospital.
“No fue muy agradable, pero bueno, da igual, lo pasé muy mal, con muchos dolores, pero lo volvería a pasar por él diez mil veces”, explica consciente de que ahora, a pesar de todo, es feliz de poder tener a su hijo en brazos.
Afortunadamente tanto para ella como para su bebé, todo terminó saliendo bien y hoy Marisa Jara disfruta en su tierra de su primera Semana Santa como madre. La modelo continúa recuperándose de su recién estrenada maternidad, aunque como buena abanderada de las distintas realidades de cuerpos, esto no es algo que a ella personalmente le preocupe.
Sobre si tendrá más hijos o no es un misterio. No obstante, y aunque ahora lo que toca es disfrutar del nuevo miembro de la familia, la alegría por la noticia de su embarazo fue tal que imaginamos la felicidad que la modelo podría sentir si en algún momento consigue dar un hermanito o hermanita a su pequeño.
Y es que, sus problemas para concebir derivados de su complicado historial clínico, así como el riesgo añadido que tenía su embarazo, fueron los peores enemigos de Marisa Jara, quien a pesar de las ganas por hacer pública la buena nueva, quiso esperar todo lo que pudo para contar sin peligro que iba a ser mamá.
"Estaba feliz y nerviosa cuando me dijeron que estaba embarazada. Fue algo emocionante, un día mágico. Pero lo quise llevar con cautela y calma, y hasta los tres meses no lo comuniqué”, explica la modelo, cuyo enfado tras la filtración de la noticia es ahora quizás incluso más comprensible.