Cuando los niños son pequeños, una de las preocupaciones de los padres será cuándo comenzará a andar o gatear. Eso sí, lo primero que habrá que comprender será que cada bebé tiene su tiempo y su ritmo para desarrollarse, por lo que agobiarse no será una opción para que el pequeño comience a andar antes. Además, esto no será un signo de alarma, ya que hay bebés que no gatean y empiezan directamente a caminar. Eso sí, si ya ha pasado un tiempo y vemos que el pequeño no reacciona a los estímulos, sí que habrá que preocuparse.
Así, las pautas que encontramos en los libros no habrá que tenerlas en cuenta, aunque sí, la opinión de los expertos. Gatear será algo muy bueno para los bebés, ya que favorece las conexiones de los dos hemisferios del cerebro, desarrolla el sistema vestibular y el propioceptivo, favoreciendo la lateralización, la coordinación y los músculos. Como ya hemos comentado, sí que hay pequeños que se saltan esta fase y pasan directamente de la posición sentado a ponerse de pie y, además, no pasará nada.
Si el bebé tiene entre los ocho y los nueve meses y no ha empezado a gatear puede ser que esto genere cierta preocupación. Por eso, lo mejor será que estimules un poco al pequeño para que comience a gatear o a andar. Para ello, será importante que pongas al bebé boca abajo en una superficie blanda y que el adulto se ponga a su lado a cuatro patas. Cuando el pequeño esté mirando, gatea y anímale para que aprenda cómo se hace.
Otra opción será ponerlo boca arriba estimulando sus extremidades y realizando movimientos como si estuviera en una bicicleta. Lo siguiente será ponerle boca abajo y colocar delante de su vista, a una distancia que no pueda alcanzar estirando el brazo, algún objeto interactivo. De esta manera se sentirá obligado a moverse para intentar alcanzarlos. Eso sí, nunca deberás obligarle ni presionarle y siempre que quieres estimularle para que gatee, lo mejor será que lo hagas como un juego para que se divierta.
Aún así, sí que es cierto que lo mejor será que no te preocupes antes de tiempo. Cada niño tiene sus propios tiempos, pero, en algunas ocasiones, un desarrollo muy tardío puede ser un aviso de algún posible problema. Así, deberemos preocuparnos si a los diez meses no se sienta sin ayuda o si a los 14 meses no es capaz de ponerse de pie solo cogiéndose a una silla, mueble u objeto. También, en el caso de que no tolere ponerse boca abajo o si no se ayuda con las piernas para ponerse de pie o si no hace ningún cambio postural cuando está sentado.
Ante cualquier síntoma, lo más recomendable será acudir a un especialista. Pero, ¿por qué los niños podrán tardar más en andar o gatear? Pues bien, esto puede darse si el pequeño es más lento a la hora de hacer los progresos en su desarrollo, ya que algunos bebés caminan perfectamente a partir de los diez meses, mientras que otros lo hacen a partir de los 15 y de los 18 meses. También, puede ser que el bebé sea más tranquilo que los demás y que no tenga prisa ni necesidad de hacerlo antes.
De la misma forma, habrá pequeños que podrán ser más precavidos y que no se atrevan a dar un paso más en su desarrollo porque tienen miedos a ciertos aspectos de su alrededor. Este tipo de niños suelen tardar más en empezar a andar, pero eso sí, disfrutarán de la ventaja de que se dan muy pocos golpes, ya que, cuando lo hacen, tendrán la fuerza suficiente y el equilibrio necesario para hacerlo.
También, puede ser que su anatomía no ayude o que necesite que alguien le dé la mano para que comience a andar. Aunque eso sí, que haya aprendido a andar con un apoyo, tampoco será del todo recomendable, ya que el pequeño podrá dejar de ser autónomo y que no busque por sí mismo el punto de equilibrio y la fuerza necesaria para caminar por cuenta propia. Además, también puede ser que el pequeño tarde más en caminar si se le da muy bien gatear, ya que podrá ser que no vea ninguna ventaja a caminar más despacito.