Los parques naturales que hay en España atraen a un gran número de visitantes cada año, ya que son uno de los grandes destinos turísticos del país. Además, muchos de ellos son una excelente opción para visitar con niños en verano. Recorrer cualquiera de los parques naturales que te proponemos a continuación supone una auténtica inmersión en la naturaleza más espectacular y una alternativa a la playa.
Para tus hijos será una experiencia inolvidable en la que podrán descubrir auténticos paraísos naturales, y no hay mejor forma de hacerlo que disfrutándolo con la familia estos días de vacaciones.
La isla de La Palma es una maravilla que querrás recorrer entera. Y en ella, desde el centro hasta el sur, se extiende este parque natural repleto de coladas volcánicas prehistóricas procedentes de la erupción, en 1971, del volcán Teneguía. El color oscuro de la tierra contrasta con el pinar que cubre gran parte del parque natural.
Las rutas de senderismo son impresionantes, y se pueden apreciar las diferentes especies protegidas, tanto vegetales como animales, de la isla. Un clima excelente y una gastronomía que os conquistará a todos pueden convertir este viaje en inolvidable.
Se trata del segundo parque natural más importante de Cataluña, y permite disfrutar de la naturaleza, la cultura, la historia y la gastronomía de la zona. Cuenta con albergues y zonas de acampada, zonas de picnic y un centro de información y atención al visitante.
Se pueden hacer rutas de senderismo, pero también en bicicleta, caballo o kayak. Hay diferentes actividades de observación de las aves y del resto de la fauna que habita este impresionante parque. Sus playas son las únicas vírgenes en toda la Costa Brava, hay lagunas y marismas de agua dulce, que se acompañan de una vegetación digna de contemplar.
Alicante es uno de los destinos turísticos de playa más concurridos en los meses de verano por un sinfín de razones, entre las que destacan sus playas, clima y gastronomía. Pero también se encuentra el famoso parque de las Salinas, en la playa de Santa Pola, formado por dunas, playas y salinas que ofrece diferentes actividades de ocio para los visitantes. Cerca de 2.500 hectáreas en las que se pueden observar flamencos y cigüeñuelas por todas partes y que son una parte más de este ecosistema de gran valor ecológico.
Desde la ría de Arousa hasta la de Vigo se encuentra este parque nacional que es una sucesión de islas. Los niños disfrutarán al máximo de saber que se encuentran en una zona que fue antiguo refugio de piratas y que aún está repleta de buques hundidos. Las cuevas, leyendas y acantilados harán el resto.
Y todo eso sin mencionar que allí se encuentra la playa de Rodas, en las Islas Cíes, considerada como la mejor del mundo. ¿Qué más se puede pedir? Pues una gastronomía única y un ecosistema digno de admirar (y proteger).
Es la zona húmeda más extensa de todo el archipiélago balear y se encuentra entre los municipios de Muro y Sa Pobla, al nordeste de la isla de Mallorca. Aprovechar unos días de vacaciones aquí para visitar este parque natural es todo un acierto. Hay que pedir permiso para acceder, pero es gratuito, y cuenta con la opción de visitas guiadas. Una vez dentro del parque, además de las rutas para apreciar la fauna y la flora, se puede acampar, pescar o montar a caballo.