Un día después de anunciar que iban a ser padres de nuevo, Pilar Rubio ya adelantó que se tatuaría el nombre de su cuarto hijo. Aún no conocía el sexo ni tenían decidido cómo le iban a llamar, pero la pareja ya tenía en mente continuar con lo que se ha convertido en una tradición. “Estos niños son 'Rock and roll’”, aseguró entonces. Desde que nació su primer hijo, Sergio Junior, tanto la presentadora como Ramos han ido plasmando en su cuerpo, con distintos tamaños y formas, los nombres de sus hijos. Y les faltaba el de Máximo Adriano.
Días después de presentar públicamente a su bebé a la salida del hospital, el futbolista publicaba una fotografía de su torso desnudo donde se podía ver el nuevo tatuaje que había añadido a su cuerpo. “Adriano”, uno de los nombres de su cuarto hijo, ya estaba para siempre plasmado en su pecho. Lo cierto es que el cuerpo de Sergio Ramos está repleto de tatuajes y cada uno de ellos tiene un significado distinto: sus padres, su mujer, sus hermanos, sus hijos y algunos relacionados con su profesión.
Y ahora lo ha hecho ella. Pilar Rubio ha organizado una cita en su casa con Rodrigo Gálvez, el tatuador que se ha encargado de los distintos tatuajes que se ha realizado la pareja a lo largo de los últimos años. “Es el que me faltaba”, ha contado la mujer del futbolista mientras enseñaba a la cámara el nombre de su cuarto hijo tatuado en su brazo izquierdo con la fuente de Iron Maiden, uno de sus grupos musicales favoritos.
Sergio, el primer hijo de la pareja, tiene seis años y Marco, que es el segundo, tiene cinco. Después de su nacimiento, la presentadora no dudó en plasmar en su muñeca un tatuaje que tuviese las iniciales de sus dos hijos y que, al mismo tiempo, tuviese relación con una de sus pasiones: la música. Por eso la ‘M’ y la ’S’ separadas por un relámpago: “Marco+Sergio+ACDC”.
Años después llegó el tatuaje de Alejandro, su tercer hijo, que decidió hacerlo con el logo de Aerosmith, otro de sus grupos favoritos. “Éste es el último tatu que me hice, en honor a mi pequeño Alejandro. Lo llevo en el brazo izquierdo. En él aúno mis dos amores, mi bebé y mi amor por el Hard Rock”, contó poco después de hacérselo.
Ahora no ha dejado pasar la oportunidad de tatuarse el nombre de su cuarto hijo en el brazo y, además, Pilar Rubio ya ha adelantado que no será el último: “quiero que me haga ahora la cruz de Guns N´Roses, pero hay que darle una vueltecita. Ahí estoy, con ese pensamiento”.