Puede ser que durante el embarazo o la lactancia, la madre crea que no es capaz de producir leche. Sí que es cierto que existen algunas situaciones en la que las madres no son capaces de producir la leche suficiente para amamantar al bebé en exclusiva. A esto se le conoce como hipogalactia. Pero, ¿cuál es su origen?
Además, habrá que saber la diferencia entre la hipogalactia primaria y secundaria. La primera de ellas se produce cuando la madre no es capaz de producir leche y suele ser poco frecuente. La secundaria es aquella que es más habitual y que puede revertirse. En esta se encuadran aquellos bebés que no son capaces de hacer una buena extracción de leche materna, dejando el pecho medio lleno y disminuyendo, por tanto, el estímulo para producir más.
También es cierto que podemos encontrarnos con madres que no han sido bien instruidas sobre la lactancia, con unos horarios rígidos, sin dejarse llevar por la demanda y saltándose alguna toma. Además, la madre podrá sufrir de hipoplasia mamaria y los pechos serán pequeños al tener una escasa cantidad de la glándula mamaria. Esto puede deberse a un desarrollo más anómalo o a un estímulo hormonal insuficiente. Eso sí, los pechos hipoplásicos no será lo mismo que pechos pequeños y tendrán unas características concretas.
Así, las mamas tendrán una característica tubular o de cono, suelen estar muy separadas entre sí, la areola y el pezón serán muy grandes y puede existir una importante asimetría entre ellos. En estos casos, la lactancia será especialmente complicada, pero no imposible.
De la misma forma, las intervenciones y las cirugías de pecho pueden ocasionar diversos problemas con la lactancia materna. En el caso del aumento de pecho, este no será un problema si la intervención se realiza de forma inframamaria. Lo mismo sucederá con la reducción mamaria. Sí que es cierto que habrá otras alteraciones hormonales, como pueden ser las tiroideas no tratadas o el síndrome de ovario poliquístico. Por tanto, serán variadas las causas de la hipogalactia y habrá que prestar cierta atención a los síntomas para saber cómo atajar el problema.