Cuando observamos que nuestro hijo se rasca la cabeza más de lo normal, pensamos siempre lo mismo -y nos tememos lo peor-: tiene piojos. Y lo más probable es que sí, su pelo puede estar lleno de liendres y piojos.
Los piojos son parásitos que viven en la cabeza y se alimentan de pequeñas cantidades de sangre. Además, su contagio es muy fácil y basta con estar en contacto con otra persona o niño que los tenga viviendo en su cabeza. Suelen ser precisamente los niños y niñas en edad escolar los más afectados. El contagio se produce por el contacto directo entre sus cabezas, ya que los piojos ni saltan ni vuelan.
Lo que más nos preocupa es erradicar este problema cuanto antes, pero, acabar con los piojos no es para nada una tarea fácil. Hay distintos tratamientos y soluciones para intentar que desaparezcan, pero no todos tienen una gran eficacia. Para ello, habrá que armarse de paciencia y de una lendrera.
Se trata de un peine especial que sirve para eliminar las liendres, es decir, los huevos de los piojos. Estas cuentan con unas púas cerradas (menos de 0,3 mm de separación) con las que habrá que peinar el pelo de los niños cuidadosamente para ir arrastrando los piojos y las liendres, que se quedarán enganchados en las púas.
Para hacerlo bien, necesitarás mucha paciencia y buena luz. Tendrás que revisar bien el pelo del niño, pasando la lendrera una y otra vez por las zonas donde veas que se alojan los parásitos. Habrá que prestar especial atención a la zona de la nuca y de las sienes, donde suelen anidar con más frecuencia.
Podrás hacerlo nada más que encuentres a alguno de los bichitos recorriendo la cabeza de tu hijo, así se será más eficaz y podrás cortar el problema de raíz. También, lo podrás hacer después de haber aplicado un tratamiento con algún producto insecticida. En este caso, en la lendrera, se quedarán enganchados los piojos y las liendres ya muertos.
Para deshacerte de todos ellos, deberás pasar el peine de forma continua y ayudarte de las manos y de las uñas si es preciso. En el mercado, podrás encontrar lendreras de plástico y de metal, pero tendrás que elegir aquella con la que tú puedas manejarte mejor y la que tenga las púas más apretadas para que el resultado sea más optimo.
Aunque para acabar con los piojos lo más habitual será recurrir a tratamientos basados en insecticidas químicos. Los tratamientos a base de permetrina son los antipediculicidas clásicos. Tradicionalmente, son estos los productos más usados para acabar con los piojos, a base de champús, lociones o ambos combinados. En caso de elegir, será mejor decantarse por las lociones ya que permanecerán más tiempo en el pelo y, por tanto, serán más eficaces.
Además, los productos a base de antipediculicidas son los menos tóxicos, pero, como cualquier otro producto químico, puede provocar reacciones adversas. Aunque son bastante efectivos, sí que hay distintos piojos que han desarrollado una resistencia frente a este tipo de productos, lo que dificulta mucho acabar con ellos. En cualquier caso, lo más normal será repetir el tratamiento pasados unos días, para lograr una eficacia del cien por cien. También, se podrá realizar un tratamiento con lindano. Esta opción será menos eficaz que la de los antipediculicidas y los riesgos de irritación serán considerables.
Debido a sus riesgos, las empresas dedicadas al desarrollo de productos contra los piojos están desarrollando otros tratamientos con siliconas, que impregnan el piojo y acaban con él ahogándole. Son más eficaces que los que utilizan productos químicos, además no producen resistencias y presentan menos reacciones adversas entre los usuarios.
También destacan por su nula toxicidad. Lo más probable es que los encuentres en forma de loción, ya que es como más se comercializan. Una de sus grandes desventajas está ahí, en su precio, que suele ser más elevado que otras lociones o champús.
Además del uso de estos productos, muchos padres optan por tratar los piojos de sus hijos en casa y con productos naturales, aunque la eficacia de la mayoría de ellos no ha sido probada al cien por cien. Es el caso del vinagre, al que le rodea una creencia de que podrá acabar con todos los piojos y liendres.
La realidad es que podrá despegarlos del pelo, pero no es un tratamiento útil para acabar con ellos. Tampoco tendrá un efecto negativo, más allá del fuerte olor que deja en el pelo. Usar un acondicionador con la lendrera ayudará a pasar el peine y evitarás tirones y enredos y este se deslizará mejor por el pelo.
Para prevenir la aparición de los famosos piojos, en ningún caso tendremos que hacer uso de los productos que sirven para su desaparición. Solo contribuirás a que los parásitos desarrollen más resistencia a ellos. La mejor manera para prevenir su aparición será evitar los lugares con aglomeraciones y el contacto de cabeza con cabeza con aquellos niños que tengan piojos o liendres. Aunque muchas veces será casi imposible en el colegio y en las actividades que se desarrollan tras las clasees. Por tanto, tendremos que revisar periódicamente la cabeza de los más pequeños y, ante cualquier señal, aplicar el tratamiento de forma constante.