Un bebé tendrá una infinidad de accesorios. Así, con el tiempo y, por tanto, cuando se va ganando experiencia, vamos viendo qué es lo realmente importante y aquello en lo que nos podríamos haber ahorrado gastarnos el dinero. Uno de esos elementos es la hamaca. Se trata de una silla que tiene el respaldo inclinado y está acolchada. Por tanto, el pequeño se colocará en posición semi horizontal cuando se siente. Además, algunos modelos tendrán vibración, distintos juguetes para entretener al pequeño e, incluso, pueden balancearse.
La posición en la que se coloca al pequeño tendrá que ser la ideal para que pueda mantener el contacto visual con todo su entorno. Además, esto le permitirá tener cierta tranquilidad y podrá relajarse, observando todo lo que sucede a su alrededor. También, cabe destacar que este tipo de aparatos tienen un cinturón para que no ocurra ningún incidente y para que la familia esté más tranquila. Así, podrán dormir en la hamaca sin ningún tipo de problema.
La mayoría de marcas ofrecen hamacas en las que el bebé podrá hacer uso de ellas desde que son bien pequeños. En algunos tipos no será necesario que los pequeños hayan aprendido a mantener la cabeza por sí solos. Aunque eso sí, para que estén cómodos, lo mejor será buscar un modelo que especifique que es para recién nacidos. En el caso de que quieras dejarlo para más adelante, todo dependerá de cómo se sienta el pequeño. Lo ideal será hacer una prueba y ver cuál es su reacción cuando lo pones en ella.
También, muchos padres se podrán preguntar cuándo tendrá que dejar de usar el pequeño la hamaca. Lo cierto es que dependerá de las sensaciones que tengan el bebé y los progenitores. Lo más normal será a partir del sexto mes, pero sí que es cierto que algunos fabricantes ofrecen la posibilidad de un peso mayor, es decir, hasta que el niño tenga un peso de 18 kilos. Esto equivale a unos tres años de vida.
Respecto al tiempo que pueden pasar en la hamaca, no hay ninguna norma que especifique cuánto tiempo tendrá que estar el pequeño. Todo dependerá del tipo de hamaca que se vaya a comprar y si esta se coloca de forma horizontal. Si esto sucede, el pequeño podrá permanecer más tiempo. En caso contrario, menos. Eso sí, según los expertos, ningún bebé podrá pasar más de dos horas tumbado en la hamaca, ya que habrá que evitar diversas complicaciones como la apnea del sueño y habrá que interactuar con el pequeño y cogerlo en brazos.
Lo cierto es que, al igual que sucede con todos estos artículos de puericultura, nos podremos encontrar con una infinidad de opciones. Por eso, lo más recomendable será hacerse con una hamaca que encaje con lo que estamos buscando y, también, que no sea un gasto excesivo. También, será muy recomendable seguir una serie de consejos para hacer una buena compra. Eso sí, será muy importante comprobar que estas hamacas están homologadas, ya que, de lo contrario, no serán nada recomendables para los pequeños.
Lo primero que habrá que hacer será tener claro para qué etapa de la vida del pequeño queremos la hamaca. Por eso, habrá que pensar cuál es el peso máximo que queremos que admita. Este será un detalle muy importante, ya que, si el pequeño lo supera, esta podría volcar y podría ser muy peligroso.
También, será muy importante hacerse con una hamaca que tenga varias posiciones para poder colocar al pequeño de la forma más cómoda posible. Además, tendrá que contar con un sistema que bloquee la posición, para que no se mueva de forma inesperada.
No podemos olvidar que en la hamaca el bebé podrá pasar un tiempo, por lo que se irá ensuciando con su uso. Por tanto, lo más recomendable será encontrar una hamaca que tenga una funda desenfundable para que se pueda lavar con facilidad.
Dentro de la hamaca, nos podremos encontrar con diversos elementos, como pueden ser unos juguetes y diversos entretenimientos para el pequeño. Pero eso sí, será muy importante que nos hagamos con una que tenga cinturón de seguridad, que este sea regulable y que te permita ajustarlo al pequeño según se desarrolla y crece.