El estilo 'grunge' surgió a finales de los años ochenta como un movimiento estético y musical de protesta frente al vacío existencia y al lujo imperante en aquella década representado por los yuppies y los JASP (jóvenes, aunque sobradamente preparados).
Si a nivel musical el modelo eran Nirvana y, fundamentalmente, Kurt Cobain, en la pasarela fue Marc Jacobs quien supo darle forma con una colección para Perry Elis que se inspiraba en los sintecho.
Ahora el contexto no es el mismo y aunque el 'grunge' sigue siendo un estilo a tener en cuenta, sus códigos han evolucionado llegando hasta hoy con la misma carga de rebeldía, pero de manera mucho más depurada.
‘Grunge’ se traduce de manera literal como sucio y ese era el aspecto que se intentó trasladar a las primeras colecciones que marcaron este estilo cuyas claves están en vestir de manera desaliñada, jugando sobre todo con las superposiciones y las mezclas de estampados.
Las claves del grunge pasan por alejarse de los colores saturados en beneficio de tonalidades oscuras o desgastadas y jugar con el 'layering' para componer un look que parezca improvisado, desaliñado y despreocupado, como si no prestaras atención a la ropa y te hubieras puesto encima lo primero que has cogido del armario.
A pesar de haberse popularizado como un básico más de cualquier armario, una de las piezas imprescindibles del 'grunge' es el pantalón vaquero roto y desgarrado, con aspecto de haber sufrido mucho por el camino. La idea es que parezca maltratado por el tiempo, ya sea de segunda mano o acabes de comprarlo nuevo.
Además del ‘ripped jean’ otros de los esenciales del 'grunge' son las camisas de leñador, una prenda que se asocia a la imagen de Kurt Cobain que solía llevarlas abiertas sobre camisetas básicas. Puedes combinarlas con los pantalones desgarrados o atreverte a hacer composiciones mucho más atrevidas.
La que fuera esposa de Kurt Cobain, Courtney Love, es otra de las musas del 'grunge'. De sus looks hay que recordar la manera en que combinaba sus vestidos lenceros, cuando la opción de sumarles medias con carreras, botas Dr Marteens, una camiseta debajo y un enorme cárdigan de lana encima no estaba el imaginario de casi nadie.
Junto a las Dr. Marteens, las Converse forman parte del uniforme 'grunge' desde sus inicios en los años 80. Aunque estaban destinadas a completar los looks más casual, este estilo las convirtió en compañeras ideales de los vestidos y faldas estampados, tanto de cuadros, como de las clásicas flores Liberty, sin olvidar el ‘animal print’ más grunge de todos: el estampado de leopardo.
En los años ochenta, las groupies se habían convertido en un fenómeno global y el merchandising en una forma de rendir pleitesía a sus grupos favoritos. Con la fiebre del 'grunge', las camisetas de los grupos de rock que se guardaban como un tesoro pasaron a formar parte de sus looks de diario, combinándolas incluso con el uniforme del colegio.