Una de las grandes revoluciones de la moda femenina se produjo con la aparición del ‘tomboy style’, un modo de vestir que pioneras como Katherine Hepburn o Marlene Dietrich popularizaron en la década de los 40, en el que se inspiró Saint Laurent para crear el esmoquin femenino y que ha seguido reinventándose hasta hoy tanto en la calle como en las pasarelas.
Lo que empezó como una especie de rebeldía en algunos sectores de la élite social y cultural, con el tiempo ha llegado a convertirse en un arte cuya clave está en vestir con prendas clásicas del armario masculino sin tratar de darles un toque femenino y buscando un look atemporal y esencialmente cómodo.
Kristen Stewart o Cara Delevingne están entre los referentes más recientes del estilo ‘boyish’, un modo de vestir que ha encontrado en las prendas oversize y en las zapatillas deportivas a dos de sus mejores aliados.
Si bien el estilo tomboy tiene muchas versiones, en lo esencial consiste en construir look con prendas masculinas. Las opciones van del traje de chaqueta a los vaqueros y camisetas, pero siempre con un punto desenfadado y casual que no deja espacio para prendas ajustadas ni toques femeninos.
Los zapatos son una de las señas de identidad del estilo ‘boyish’. La elección depende de la estación del año: en otoño e invierno los mejores aliados de este estilo son los mocasines, los zapatos de cordones y las botas militares; en primavera y verano puedes recurrir tanto a las deportivas como a las ‘ugly sandals’ tipo birkenstock.
Los pantalones que encajan el look tomboy deben ser amplios. A menudo las chicas que apuedstan por este estilo comran una o dos tallas más de las que utilizan habitualmente, si hablamos de tallaje femenino, pero si es un pantalón de la sección de caballero hay que tener cuidado porque la medida de las tallas suele ser más amplia.
Para conseguir el perfecto look tomboy hay que olvidar las camisas y camisetas minúsculas, este estilo se construye con prendas amplias y cómodas. Hazte con modelos oversize o recurre al truco del pantalón y cómpralas un par de tallas más grandes.
Los trajes de chaqueta son una apuesta que te asegura acertar con el estilo tomboy más clásico, pero siempre que elijas un modelo de patrón masculino y corte amplio. Para estos looks debes aliarte con los modelos oversize y combinarlos con un calzado robusto y sin tacón.
El ‘layering’ es una buena opción si buscas un look masculino vanguardista y actual. Una chaqueta XL sobre un chaleco y debajo una camisa oversize remetida a medias por el pantalón, una camisa amplia abierta que deja ver debajo una camiseta o una camiseta de manga corta holgada sobre otra de manga larga son ideas que deberías explorar.
Complementos como gorras, corbatas, anillos, gafas de sol, gorras o cadenas de eslabones son bienvenidos si buscas un look tomboy que se salga de la norma, pero lo mejor es jugar con el maquillaje si buscas un estilo propio, diferente y muy actual.