El final del mes de septiembre marca un momento clave en el cambio de armario. Aunque los días son aún templados, como código de vestimenta se imponen los outfits de entretiempo, un paréntesis entre los días más cálidos y el momento en que bajan las temperaturas definitivamente.
En esta época del año los cambios de temperatura entre la mañana, el medio día y la noche hacen que vestir se convierta en una tarea complicada, porque aquello que te salva del frío matutino puede ser una condena cuando llegan las tres de la tarde.
Las chaquetas ligeras, los tejidos vaqueros y los zapatos cerrados son algunas de las piezas clave de estos estilismos otoñales en los que incluso puedes seguir llevando algunas de tus prendas favoritas del verano, aunque combinadas de manera muy diferente.
Si no aclaras con tu ropa, estas propuestas te pueden servir de inspiración para llenar de estilo tus looks de entretiempo.
En esta época del año el traje sastre se puede convertir en uno de tus mejores aliados. No sólo se trata de un dos piezas que puedes llevar completo o por separado, sino que te permite ir más abrigada cuando lo necesitas permitiéndote deshacerte de la chaqueta si el calor lo exige. Puedes conjuntarlo con todas tus camisetas de verano apostar por el chaleco sastre, que hará las veces de camiseta cuando prescindas de la chaqueta, y combinarlo tanto con sandalias como con mocasines.
La gabardina es la prenda de otoño por excelencia y no hay que esperar a que llueva para hacer de ella tu imprescindible de cada día. Aunque su función es resguardar de la humedad, se convierte en una pieza muy útil cuando lo que se necesita es un abrigo ligero que combine con todo.
Un vestido de punto es un básico que puedes usar durante toda la temporada. Como prenda de entretiempo es un fichaje para llevar a cuerpo que puedes combinar con zapatos, deportivas o botas. Más adelante, cuando bajen las temperaturas, bastará con sumarle un abrigo para que funcione como prenda de otoño/invierno.
Entre las tendencias que vuelven cada otoño están el cuero y los tejidos de efecto cuero. La opción para convertirlos en la pieza clave de entretiempo está en apostar por todo tipo de prendas en formato mini que quedan perfectas con botas de caña alta.
Petos y monos pueden ser grandes aliados en tu armario de entretiempo. Puedes llevarlos sobre de camisetas e incluso sobre jerséis finos y acompañarlos de chaquetas o gabardinas ligeras y lo mejor es que quedan perfectos con todo tipo de calzado, de las botas a las sandalias sin olvidar las bailarinas y mocasines.
Las faldas midi y largas son otra apuesta perfecta para esta época del año, aunque debes evitar las de tejidos veraniegos excesivamente ligeros y apostar por el denim, el algodón o el tweed. Para darles un aire otoñal, combínalas con todo tipo de calzado cerrado.