Hace ya tiempo que los gorros y sombreros de hombre volvieron a sus armarios como pieza imprescindible tanto en verano, para proteger la cara de los rayos UV, como en invierno, para mantener no solo la cabeza, sino todo el cuerpo caliente.
Si bien es cierto que durante un tiempo estuvieron alejados de las tendencias, quedando reservados a estilos masculinos muy clásicos, ahora los gorros son pieza fundamental en los looks más juveniles y los sombreros, en los más transgresores.
De Dior a Diesel, las propuestas de las pasarelas para el invierno 2023 los han convertido en el accesorio de tendencia y esta temporada proponen modelos para todos los gustos y estilos de hombre que podrán encontrar su modelo favorito en esta selección.
El ‘beanie’, el clásico casquete de lana, lleva varios años en el pódium de los imprescindibles invernales, pero este año llega con sorpresa. El que se lleva en 2023 y que en pasarela propone la firma K-Way, no va pegado a la cabeza, sino que acaba en punta como el mítico gorro rojo de Jacques Cousteau.
Otro clásico juvenil por la que este año apuestan varias firmas es la gorra de beisbol, que este año llega en múltiples versiones que van de la clásica de algodón con aspecto de haber sido usada de Diesel, a los modelos rígidos en poliuretano propuestos por Givenchy.
Peculiares, llamativos, efectistas…, llámalo como quieras, pero estos gorros inspirados en los chullos peruanos son otra de las tendencias del invierno 2023. Subieron a la pasarela de la mano de Dsquared2 y prometen salir a la calle para completar los looks más divertidos del invierno.
Otra de las propuestas que se han repetido sobre la pasarela en las semanas de la moda masculina son las boinas parisinas a las que Dior acompaña de un look casual de chándal y blazer y Kenzo, que sobredimensiona la 'baker boy', prefiere sumarles una corbata.
Fendi ha optado por dar una nueva vida al sombrero de pescador. Este tipo de sombrero con silueta de cubo invertido solía fabricarse en tejido de gabardina y era uno de los mejores aliados para sobrellevar los días de lluvia, pero desde hace un tiempo los de pana, piel y algodón han invadido las calles tanto en invierno como en verano.
Si hace un tiempo llevar sombrero de ala tipo fedora o borsalino era propio de hombres anticuados, hoy son bienvenidos en los estilismos más cañeros (y si no que se lo digan a Oscar Jaenada o a Leiva). Quien propone este modelo de copa alta es Ann Demeulemeester, la prueba de que se pueden romper todas las reglas, incluso las más arraigadas.