Con siete nominaciones a los Grammy Latinos, Shakira era una de las artistas más esperadas en la gala que se ha celebrado este 16 de noviembre en Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla. La cantante, que desembarcó el pasado martes en la capital andaluza, partía como una de las favoritas de la noche con 7 nominaciones en diferentes categorías. Finalmente, la colombiana se ha llevado tres de los galardones: Mejor fusión/interpretación urbana, por 'TQG', junto a Karol G y Mejor canción del año y Mejor canción pop por 'Shakira: Bzrp Music Sessions, Vol. 53', junto a Bizarrap.
Desde su origen en el año 2000, a Shakira le han llovido las nominaciones y los premios Grammy Latinos. Solo en el primer año ya fue nominada a 5 categorías y suele estar entre las caras más deseadas de la alfombra roja.
Aunque la colombiana tiene un estilo muy definido en el que la melena leonina, los tops metalizados, los pantalones pitillo y los tacones de vértigo son una constante, su estilo ha cambiado y evolucionado en 23 años de alfombras rojas.
Si bien nunca ha perdido su esencia, durante los primeros años de la década del 2000 su estilo era algo farragoso con tintes de rock & roll, pero sus looks estaban compuestos por demasiados elementos individuales que hacían complicada la creación de un conjunto.
Los años, su propia música (y ver mucho mundo) hicieron que sus estilismos comenzaran a depurarse, aunque sin dejar de lado ese lado cañero que siguió explotando en los escenarios, aunque no encontrara exactamente cuál era su lugar en las alfombras rojas.
El último año ha supuesto un revulsivo en la vida, la música y el estilo de Shakira, que ha decidido que su lugar en el mundo de la moda es estar del lado del lujo.
En el año 2000 se celebraba la primera entrega anual de los Grammy Latinos y de los 5 premios a los que aspiraba Shakira, se alzó con el de ‘Mejor voz femenina de rock’ y ‘Mejor voz femenina’. Hizo su entrada triunfal al Staples Center de Nueva York con un vestido degradado de verde a dorado, con escote y bajo asimétrico y falda semitransparente con volantes decorados con cristales, que combinó con botas de caña alta.
Para recoger sus premios quiso epatar con un nuevo modelo y decidió apostarlo todo al cuero rojo con un desconcertante mono decorado con monedas y piedras.
En 2002 volvía a estar nominada y de nuevo premiada, esta vez en la categoría de ‘Mejor vídeo musical’. Esta vez acudió a la gala con un look del que parece haberse arrepentido y del que años después hizo el siguiente comentario: “¡Mucho maquillaje! ¡Demasiado! Uy, esos jeans, ¿qué es eso, por Dios?”.
En 2003 de nuevo estuvo nominada en la categoría de mejor canción de rock, aunque en esta ocasión no se llevó el Grammy. No asistió a la ceremonia, pero en los escenarios comenzaban a tomar forma los estilismos que en el futuro se convertirían en su seña de identidad.
Llegan los Grammy Latinos de 2006 y Shakira, que ya había adoptado un estilo muy definido sobre los escenarios, es nominada en 5 categorías, llevándose a casa 4 estatuillas.
Sorprendentemente, acudió a la gala con un look sobrio, un vestido negro con detalles plateados que en nada se parecía a nada de lo que hubiera vestido antes y a nada de lo que ha vestido después.
Vuelve a estar nominada en 2007, aunque no ganó el Grammy y después, tres años de silencio en los que cada vez que pisaba una alfombra roja apostaba por un estilo poco favorecedor con dos denominadores comunes: el vestido mini y los tacones con plataforma.
En 2010 lanza ‘Sale el sol’, también en su vestidor porque sus vestidos de alfombra roja se volvieron dorados y mucho más refinados. En 2011 volvió a ser nominada, esta vez en tres categorías, y consiguió llevarse el Grammy Latino a Mejor álbum vocal femenino. Fue la última vez que pisó la alfombra roja de los Grammy Latinos.
A partir de ese momento, sus looks se vuelven más sofisticados y comienza su acercamiento a las firmas de alta costura, en concreto con Zuhair Murad y sus vestidos de telas de araña.
La separación de su pareja supone un punto de inflexión en la carrera de la cantante, en sus apariciones y, sin duda, en sus estilismos. Una de sus primeras apariciones no tiene lugar sobre un escenario, sino en la alfombra roja del festival de Cannes, al que acude vestida como una auténtica ‘Gilda’, con un modelo de la firma Mônot, un vestido negro de escote corazón, gran abertura en la pierna y guantes ópera.
En los MTV Video Music Awards también impactó con otro modelazo, un vestido dorado de Versace de silueta sirena, con aberturas en el abdomen y espalda descubierta y sandalias de maxi plataforma. Había dejado los coqueteos con las firmas de lujo, ahora lo que tiene es una auténtica relación con ellas.
Su última alfombra roja, la de los Grammy Latinos de 2023 en los que ha prometido a sus hijos que “van a tener una mamá que va a reír con toda su risa porque se lo merecen”, Shakira ha optado por varios looks. El primero, de estilo amazona, fue un modelo de Harris Reed protagonizado por una armadura dorada y una falda de terciopelo negro con cola, drapeada en la cadera y abertura infinita en la pierna.
Para cantar ‘Acróstico’ junto a sus hijos apostó por un segundo modelo, un vestido dorado de Dolce & Gabbana de cuerpo corsé con escote palabra de honor y una virgen decorando el pecho y falda larga con abertura en la pierna. Para cantar junto a Bizarrap, optó por un look que le permitió bailar con soltura sobre el escenario, un ‘catsuit’ de Jean Paul Gaultier con estampado efecto tatuaje.
Para recoger el Grammy a la 'Mejor canción pop' junto a Bizarrap por "Music Sessions, Vol. 53" reservó un vestido verde glitter, de escote halter y con grandes aberturas que se cerraban mediante cuerdas, un modelo que completó con unas sandalias doradas de plataforma.