Shakira ha tenido hoy una cita en el juzgado. La Agencia Tributaria la acusa de no haber cumplido con sus obligaciones fiscales en España durante los años 2012, 2013 y 2014. Los abogados de la cantante han alcanzado un acuerdo con el fin de esquivar su ingreso en prisión, aunque de lo que no se ha librado es de la obligación de comparecer en juicio.
Acusada de seis delitos contra la Hacienda Pública por importe de 14,5 millones de euros, la cantante se podría enfrentar a una pena de 8 años de prisión y una multa de 23,8 millones de euros si no consigue demostrar que durante esos años su residencia habitual estaba fuera de España.
A escasos minutos de las 10 de la mañana y rodeada de fuertes medidas de seguridad, la cantante salía de la Audiencia Nacional en compañía de Pau Molins y Miriam Company, sus abogados. A la puertas la han esperado cientos de curiosos, fans y numerosos medios de comunicación que han captado a la artista en actitud sonriente y relajada.
La de Barranquilla no ha dejado al azar su estilismo en esta importante cita ante los juzgados, dando una vuelta de tuerca a sus habituales outfits. Cargado de intencionalidad, ha apostado por un total look en rosa compuesto por un impecable traje sastre, que ha combinado con gafas de sol, sandalias de plataforma y bolso de Jacquemus en el mismo tono.
Ha trasladado una imagen de poder, pero sobria, formal y con un fondo de candidez que la exime de toda culpa en el que se dan cita varios elementos: el lujo controlado, con un bolso de marca, pero no excesivamente caro para su bolsillo; la profesionalidad, que está asociada al traje sastre; el empoderamiento que supone elevarse en más de 20 centímetros del suelo gracias a las altísimas plataformas; y un deseo de huir de cualquier tipo de culpa y agresividad con la elección del color rosa bebé.
Tras conocerse que la cantante ha llegado a un acuerdo con la fiscalía para evitar la cárcel, la colombiana ha emitido un comunicado en el que explica los motivos que la han llevado a aceptar la su culpa y cuantiosa multa, a pesar de estar convencida de su inocencia.
"Tengo que escoger mis batallas y la más importante para mí ahora es hacer todo para que mis hijos vivan una vida plena y enfocarme en lo que es realmente importante: verlos crecer y pasar tiempo con ellos, sin someterlos a la angustia de ver a su madre en un juicio penal con el desgaste que supone. Ellos mismos me lo han pedido, y por ellos he tomado esta decisión. Han vivido tiempos muy duros y quiero que me vean feliz por fin y mirar juntos hacia el porvenir”.
“Me sentía lista para enfrentarme a un juicio y defender mi inocencia. Mis abogados estaban convencidos de que teníamos un juicio ganador. Sin embargo, después de muchos años de lucha, he tomado esta decisión. Tenía dos opciones: seguir peleando hasta el final, hipotecando mi tranquilidad y la de mis hijos, dejar de hacer canciones, álbumes y giras, sin poder disfrutar de mi carrera y las cosas que me gustan, o pactar, cerrar y dejar atrás este capítulo de mi vida mirando hacia adelante. He llegado a la conclusión de que no es triunfo ganar si el precio es que te roben tantos años de tu vida", ha terminado diciendo.