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Las bajas temperaturas no tienen que ser sinónimo de looks aburridos. Es más, al lucir más tejido las posibilidades de jugar y experimentar aumentan si se compara con el verano. Vestir bien depende de las ganas y la creatividad que le echemos a la hora de pensar en los looks diarios, y adquirir nuevas piezas. Las estilistas defienden que en el armario de cualquier mujer deben abundar los básicos, de hecho dictaminan que el equilibrio perfecto reside en poseer un 70% y el otro 30% restante compuesto por prendas de tendencia. A continuación recopilamos algunos de los trucos a los que suelen recurrir y que no fallan cuando se busca sorprender y desprender buen gusto.
El invierno es la temporada perfecta para jugar con capas y texturas en un mismo estilismo, y cuanto más diferentes, mejor. Prueba a superponer una chaqueta de cuero sobre un suéter de lana o mezclar una blusa vaporosa con una chaqueta estructurada. La clave está en experimentar para añadir dimensión a tu conjunto y que, conforme te las vayas quitando, el conjunto se vea completamente distinto.
Estamos en un momento en el que tanto la sencillez como el vanguardismo a la hora de vestir tienen la misma cabida, por lo que, las que deseen jugar con las tendencias sin arriesgar demasiado están de suerte. Basta con crear un look simple y luego incorporar una pieza más atrevida: jeans rectos con un top de pedrería, un jersey de lana con una falda satinada…
Además de los típicos tonos burdeos, marrones, verde aceituna, grises y negros que se suelen llevar esta temporada. Añade otras pinceladas más potentes basadas en los naranjas, mostazas o incluso tonalidades que se asocian más al verano como los fucsias, turquesas o esmeralda. Darás un toque de luz a los grises días invernales y te verás más favorecida. Lo mismo sucede con los tejidos, al llevar más tela que en los meses de verano, se abre un amplio abanico de posibilidades. Las combinaciones que no fallan son aquellas compuestas por lana y satén, algodón y pana, denim con denim…
Aunque el negro siempre es un acierto seguro, en invierno, y especialmente en la temporada de fiestas y eventos, los rojos y metalizados son dos alternativas que no fallan y con las que verte elegante sin apenas esfuerzo. Esta temporada además triunfan las medias rojas con stilettos del mismo color, a lo Blair Waldorf en ‘Gossip Girl’, rindiendo homenaje al lujo silencioso que tan de moda está ahora.
Las prendas oversize son una tendencia que llegó hace años para quedarse. Las estilistas suelen aconsejar incorporar piezas como suéteres, abrigos y camisas en tallas más grandes para lograr un estilo relajado y muy chic. Por ejemplo, combina un suéter XXL con unos jeans ajustados o un abrigo amplio con un cinturón para definir la cintura. En los contrastes está la clave. Esta tendencia además no solo es cómoda, sino que también confiere a un toque más vanguardista a tu vestidor.
Otro recurso con el que juegan mucho las estilistas para dar con outfits llenos de fuerza. Rayas con flores o cuadros, leopardo con cuadros Vicky… La clave está en elegir colores que armonicen entre sí y en mantener la coherencia en el estilo, para ello suele resultar muy efectivo recurrir a tonalidades dentro de la misma gama cromática.