Valeria Mazza fue una de las modelos más importantes de los años 90, siendo la primera latinoamericana de su profesión que triunfó en todo el mundo. Con apenas 14 años, su melena rubia y ojos azules hicieron que Roberto Giordano se fijara en ella y le diera un pase en el mundo como modelo. Trabajo que combinaba con sus estudios de Terapia Ocupacional en Buenos Aires, donde se trasladó a vivir a los 17 años. En la época donde resonaban los nombres de supermodelos como Cindy Crawford o Naomi Campbell, Valeria se hizo su hueco en la industria, logrando aparecer en más 550 portadas. Histórica es, también, su supuesta enemistad con otra de ellas, Claudia Schiffer, sobre la que ha hablado recientemente.
Su primera oportunidad en las pasarelas internacionales vino de la mano de Gianni Versace, convirtiéndose en una de sus musas. Tras su primera aparición en Milán, empezó a trabajar para grandes firmas de moda como Valentino, Dolce & Gabanna o Ralph Lauren. Como consecuencia, Valeria empieza a ser comparada con Claudia Schiffer por el gran parecido que tenían, hasta el punto de ser apodada por la prensa como ‘la Claudia Schiffer argentina’. Algo que no le gustaba nada a la supermodelo alemana, la cual estaba en el pico de su carrera. Así comienza la rivalidad entre ambas.
Las pasarelas pueden ser un lugar muy competitivo y la modelo y presentadora de televisión reconoce que tensión entre ellas era palpable. “Cuando empecé no le divertía mucho y donde pudo, trató de sacarme”, reconocía en el programa ‘Desayuno Americano’. Y es que la de argentina no pudo modelar para Karl Lagerfeld porque este tenía devoción por la alemana, a quien metió en el mundo de la moda.
"Al principio la prensa creó una competencia. Claudia ya era Claudia cuando yo empecé. Hice determinados trabajos y me comparaban con ella; hubo momentos de tensión, pero todo pasó. Después aprendimos a convivir y yo hice mi carrera, tampoco me quedé en la de aprovechar esa situación. Al contrario", confesaba.
Estrella mediática, personaje vip e icono de moda durante aquellos años, Valeria sigue muy vinculada actualmente a este mundo. Mazza ha trabajado como presentadora y jurado en galas y eventos relacionados con la moda, además de volcarse en la docencia en este ámbito. Además, ha desarrollado una labor como empresaria, sacando a la venta diversas líneas de accesorios y una revista, y es conocida por su vínculo con las actividades benéficas.
En lo referente a su vida personal, Valeria mantiene una relación desde hace casi tres décadas y media con el empresario Alejandro Gravier, a quien conoció en 1990 y con quien se casó ocho años después. Fruto de su matrimonio han nacido los cuatro hijos de la top-model: Balthazar, Tiziano, Benicio y Taína, nacidos, respectivamente en 1999, 2002, 2005 y 2008, y de quienes presume habitualmente en redes.