Los caminos de Cindy Crawford y Rande Gerber tuvieron que cruzarse una segunda vez para que la pareja le diera una oportunidad a su amor. Lo cierto es que la primera vez que se conocieron ambos tenían pareja, concretamente Cindy estaba casada con el actor Richard Gere y fue tras oficializar su divorcio cuando se reencontró con quien se convertiría en el amor de su vida.
Cindy y Rande se casaban en 1998 y desde ese momento han sido inseparables. Han plantado cara a los rumores de infidelidad, que comenzaron a sonar poco después de darse el ‘sí, quiero’, han dejado claro que son un equipo, que hacen oídos sordos a lo que la gente tenga que decir y que, para ellos, lo más importante es la familia que han formado junto a sus dos hijos: Presley y Kaia.
Kaia es la más conocida de los dos hermanos, a pesar de ser la más joven de los dos. Ella ha decidido seguir los pasos de su madre en el mundo de la moda, a pesar de que la sombra de Cindy es alargada y sus éxitos, difíciles de igualar. Sin embargo, quien sabe si por ser hija de quien es o por tener un talento innato, ha conseguido hacerse un hueco, dándose a conocer y forjando un nombre propio.
A pesar de su juventud, ha protagonizado campañas, anuncios y recorrido muchas pasarelas, ha sido imagen de firmas de la categoría de Calvin Klein o Marc Jacobs. Kaia no huye de la fama de su madre, intenta recorrer su propio camino, pero no se olvida de donde viene, por eso de vez en cuando aprovecha la nostalgia y hace algún homenaje a quien fuera una de las supermodelos más deseadas de los 90.
Desde hace un tiempo, Kaia comparte su vida con el actor Austin Butler, exnovio de Vanessa Hudgens y en plena carrera para hacerse con el Oscar por su interpretación en ‘Elvis’, que le ha dejado con un acento del que no termina de librarse. Esta no es su primera relación con un personaje público, anteriormente se la relacionó con Jacob Elordi y con Pete Davidson.
Presley es menos conocido que su hermana, pero también se dedica al mundo de la moda desde que firmó con IMG Models a los 16 años, aunque ahora se está sacando el título para ser agente inmobiliario. Su vida, eso sí, dista mucho de ser tan idílica de cómo podría parecer, pues hace poco hablaba en el podcast ‘Studio 22’ sobre sus problemas de salud mental, su depresión y los errores cometidos en su vida.
Fue arrestado en 2019 por conducir bajo los efectos del alcohol y en febrero de 2020 llegó a tatuarse en el pómulo derecho la palabra ‘incomprendido’, aunque se lo borró poco después. Ahora se encuentra mejor, gracias principalmente a la terapia, aunque sabe que es una lucha a largo plazo, y espera que sus palabras ayuden a quien lo necesite.