Claudia Schiffer es una de las grandes modelos de los últimos tiempos, algo que se puede decir tranquilamente en presente porque, aunque está retirada, lo cierto es que nunca deja pasar una oportunidad si lo que le ofrecen es interesante. Gracias a ello hemos podido verla sobre la pasarela de manera intermitente.
Su carrera es una de las más sonadas y exitosas, Claudia formó parte de una generación de supermodelos que marcó época, pero ella misma decidió que quería espaciar sus trabajos cuando nació su hijo mayor, Caspar.
Estaba acostumbrada a pasar largas temporadas fuera de casa, algo que nunca supuso un problema en su matrimonio, pero no estaba dispuesta a perderse nada de la vida de su hijo, por lo que cambió su modo de trabajar, seleccionando los trabajos de tal modo que podía pasar a su lado más tiempo.
Esto es algo que ha sido importante para Claudia, pero también para su marido, el productor Matthew Vaughn, con quien se casaba en 2002, tras dos años de relación. La pareja ha querido que sus tres hijos crezca al margen de la fama de sus padres, que tengan una vida normal y que esto no les condicione.
Parece que lo han conseguido, viviendo felices y alejados de los focos en su mansión de la campiña inglesa, donde se propusieron estar siempre en casa para la hora de cenar y así poder pasar ese rato juntos. Gracias a eso, sus hijos pueden disfrutar de una vida tranquila, no son demasiado conocidos y eso les permite poder escoger su camino.
Poco se sabe de ellos, más allá de las esporádicas apariciones que, de vez en cuando, hacen junto a sus padres. Así sucede con Caspar, que nació en 2003, aunque parece que su hermana Clementine (que ya ha cumplido los 18 años) no descarta seguir los pasos de su madre. Todavía falta mucho para que Cosima tenga que decidir, cumplió 13 en mayo de 2023.
Tanto Clementine como Cosima parecen haber heredado de su madre su gran belleza, también su cabello rubio y sus ojos claros. Su elegancia natural y nada impostada que consiguió hacer que en su día Claudia triunfara en el mundo de la moda. Este parece estar llamando la atención de Clementine también con fuerza, la joven ya ha participado en alguna campaña junto a su madre y hace tiempo incluso desfiló para la firma Réalisation Par.
No es un mundo sencillo y Schieffer lo sabe, por eso antes de dejar que su hija se lance de lleno a un mundo para el que no está preparada, la modelo quería que terminara sus estudios. En alguna entrevista ha comentado que una vez que la joven cumpliera la mayoría de edad ya sería diferente y podría firmar con alguna agencia de modelos.
Claudia tiene claro que ella no es nadie para condicionar la vida de sus hijos, así lo confirmaba en una entrevista con la revista Bild: “Apoyo a mis hijos, sin importar la decisión que tomen, siempre que intenten hacer lo mejor”. Si Clementine y Cosima quieren dedicarse a la moda, tendrán en su madre el mejor referente.