Que la moda es cíclica es una máxima sobre la que no cabe discusión alguna. Hay regresos comprensibles e incluso apetecibles y otros que de entrada son más complicados porque no hay que mirarlos de manera aislada, sino que exigen un contexto para que se entiendan en su justa medida.
Esta temporada asistimos al ‘comeback’ más descabellado de los últimos tiempos y es que han vuelto las medias de abuela en su sentido más literal. Parece que este accesorio ha sido rescatado por el simple placer que produce (que le produce en concreto a Miuccia Prada) hacer de lo feo algo bello, sin más complicaciones y sin las connotaciones de empoderamiento o del retorno de la feminidad que se atribuyen a la corbata negra o la silueta corola, respectivamente, que también han vuelto con fuerza esta temporada.
Lo cierto es que en numerosas ocasiones la creatividad de los diseñadores no encuentra respaldo en la calle y muchas de las locas propuestas que ocupan desfiles y portadas no llegan a convertirse en tendencia, pero el caso de las medias 'granny' es especial, ha sido uno de esos retos lanzados en pasarela que las prescriptoras de moda han aceptado para convertirlo en uno de los fenómenos de la temporada. Porque se llevan y muchísimo.
Cuando hablamos de las medias de abuela nos referimos a un tipo de panti de color carne que creíamos desterrado y completamente extinguido de la tierra y no hablamos de las medias 'nude' que fascinan a las 'royals' más conservadoras, sino a un tipo de media opaca -mate o brillante- fabricada en nailon, como las que vestían las mujeres de principio y mitad del siglo pasado, cuando la licra no solo no había llegado, sino que ni siquiera se la esperaba.
Las medias de abuela reaparecen a finales de 2022, en el desfile de la colección de Miu Miu para el otoño/invierno 2023-2024, que presentó una propuesta en la que las braguitas como prenda exterior acapararon todo el protagonismo. Un capricho tras otro del que la propia Miuccia Prada dijo entre carcajadas después del desfile "¡Me encanta! ¡Si fuera más joven, saldría en bragas!".
Lo cierto es que la diseñadora italiana no ha sido la única que ha apostado por hacer de las braguitas una prenda con la que poder salir a la calle -aunque es quien las ha convertido en toda una tendencia-, otras firmas como Christian Siriano, Missoni o Ferragamo también han querido dar una vuelta de tuerca a esta prenda interior y parece que la jugada les ha salido bien.
Para convertir una prenda tan poco apetecible en objeto de deseo es necesario que se den un par de coincidencias. La primera es tener una legión de seguidores en el planeta 'fashion' que te considere una especie de diosa de la moda y eso es exactamente lo que ocurre con Miuccia Prada desde hace varias décadas y por eso, todo lo que toca lo convierte en oro.
Superado el primer ‘check’ hablemos del segundo, que tiene que ver con el contexto en el que las medias de abuela se hacen fuertes. En este punto es la calle quien ha tomado este accesorio como una especie de parapeto porque, precisamente por su fealdad, son el contrapunto perfecto para eliminar todo el exceso de sensualidad que lleva aparejado salir a la calle prácticamente en ropa interior.
Más allá de todas estas prescriptoras que se atreven a salir en bragas a la calle o tapadas con una ligerísima falda-velo, habrá que esperar a ver si se produce la auténtica locura por este tipo de prenda porque, teniendo en cuenta que la firma italiana las vende a 230 euros, se hace necesario el respaldo de las marcas ‘low cost’ para que las medias de abuela se conviertan en una verdadera tendencia masiva.