Jean Paul Gaultier no es solo conocido por sus diseños, que consiguieron romper los estándares de la moda, sino también por los debates que se iniciaron en la industria a través de la confección de sus prendas, cuya inspiración para crear venía de temas tabú como la diversidad o los estereotipos de género. Esta rebeldía reflejada en sus icónicos sujetadores con forma de cono o sus faldas para hombres hizo que recibiera el apodo de 'enfant terrible'. Más allá de la moda, sus diseños han traspasado la barrera del cine, la música y el espectáculo, llegando a vestir a celebridades como Irina Shayk, Natalie Portman o Bella Hadid.
El diseñador vivió su infancia en los suburbios de una de las capitales del mundo de la moda más conocidas: París. Era el hijo único de un contable y una cajera. Durante su etapa en la escuela, donde sus compañeros le nombraron como “chica perdida”, fue introvertido y tímido, nada que ver con lo que demostraría posteriormente.
Su abuela materna, Marie, le introdujo en el arte de la confección, sin embargo, el francés no recibió ninguna educación formal. Fue gracias a la oportunidad que le brindó uno de los diseñadores más exitosos del siglo XX, Pierre Cardin, que pudo trabajar como asistente con tan solo 18 años. El joven Gaultier creció en la industria bajo la tutela de este precursor de la moda avant-garde, pero también bajo otros nombres de la confección francesa como Jean Patou o Jacques Esterel.
En 1976 el artista presentó su primera colección idependiente, llamando la atención con su propuesta de sastrería que fue calificada en la época como afilada y exagerada: “Me gusta el intercambio, la sorpresa, la mezcla, la insolencia”, confesó años más tarde a la directora española Isabel Coixet.
Fue con 22 años cuando comenzó una relación con Francis Menuge, con quien además de tener un vínculo sentimental, le unía un contrato laboral: “Fue amor a primera vista. Mi amigo, mi consejero, mi amante. Construimos juntos la casa de Jean Paul Gaultier”, se sinceró en el ‘Paris Match’. El conocido como ‘enfant terrible’ asumió su sexualidad durante su adolescencia, cuando se enamoró del actor que interpretaba a Romeo en la película de Zeffirelli de 1968, Leonard Whiting.
Sin embargo, hasta los 20 años cuando contaría a sus padres que era homosexual: “Todo se lo debo a mi familia, eran permisivos, de mente abierta”, desveló sobre sus familiares para el mismo medio francés. Años después, su novio falleció a causa del VIH: “Murió en 1990, en un momento en que aún no existía todo esto... Tres meses después, llegó el medicamento que podía hacer que durara más. Falleció justo antes”, explicó Gaultier en el programa francés ‘Quotidien’ sobre la trágica pérdida.
A pesar del paso del tiempo, el diseñador no olvidó al que fue su compañero de vida durante algunos años: “Era brillante, creativo, con espíritu de síntesis. Me dio la fuerza para hacer algo por mi cuenta. Yo no tenía esa ambición en absoluto. Él creyó en mí", desveló en 2020.
Corría el año 1982 cuando Jean Paul Gaultier se animó a fundar su propia marca. En su primera colección incluyó lo que se ha consolidado como su símbolo: el marinero. También utilizó el corsé, una prenda que utilizó como herramienta de liberación y empoderamiento hacia la mujer. Esto le llevó a colaborar con grandes artistas acordes a su imagen de marca como Madonna a mediados de los 80, que también adquirió como suyo el bustier cónico y que formó parte del vestuario de su 'Bols Ambition World Tour'.
Su moda transgresora traspasó las fronteras del país galo y llegó a España. Desde pequeño, Jean Paul pasaba sus vacaciones en el País Vasco francés y se fue adentrando poco a poco hasta visitar Castilla o Andalucía. Nombres como Blanca Li , Pedro Almodóvar, Penélope Cru o Rossy de Palma, fueron sus principales musas.
Coincidiendo con el 50 aniversario de la fundación de su marca, en 2020 Gaultier dijo adiós a su casa con una última línea ready-to-wear. Este diseñador francés se ha consolidado como uno de los más importantes de la industria de la moda dejando un legado que es referencia para muchos en la industria.