El verano significa lucir looks más relajados en donde los accesorios se tornan clave para conferir uno u otro acabado al estilismo y en donde los sombreros se confirman como los nuevos favoritos. Además, dejando a un lado el factor tendencia, también resultan muy adecuados a la hora de protegernos del sol y evitar la sobrexposición en la cara. El problema surge a la hora de llevarlos de viaje, pues incluirlos en el equipaje puede convertirse en un verdadero desafío si queremos que lleguen intactos a su destino. Su forma y estructura delicada los hacen propensos al aplastamiento, y en muchas ocasiones, especialmente cuando el espacio no abunda, muchas optan por dejarlos en casa a pesar de que serían los perfectos compañeros de los estilismos estivos.
Una cuestión que puede tener fácil solución si se echa mano del ingenio y la paciencia a la hora de organizar el equipaje. ¿Cómo? Siguiendo unas sencillas pautas con las que no sea necesario prescindir de ellos.
Antes de organizar el equipaje, lo primero que debes hacer es considerar el tipo de sombrero que vas a llevar, así como su material. Los más flexibles y maleables, como los de paja o tela, tienden a ser más fáciles de empacar. Si tienes modelos más estructurados, como los de fedora o ala ancha, necesitarás más atención y delicadeza.
Una vez decidido esto, llega el momento más importante: guardarlo. Lo primero que debes hacer para evitar que el sombrero se aplaste es llenar su interior con ropa suave, como camisetas o calcetines. Esto ayudará a mantener su forma y estructura mientras está en la maleta sin que pierdas espacio. En el caso de que no tengas problemas de volumen en lugar de prendas puedes emplear papel de seda o papel de periódico arrugado.
Una vez hecho esto, colócalo junto a tus prendas más resistentes, como jeans o chaquetas. De esta manera, estará rodeado de materiales que lo protegerán de la presión y evitarás que otros objetos pesados lo aplasten. Ubica el sombrero en el centro de la maleta, preferiblemente en la parte superior. De esta manera, evitas que otros objetos lo rocen demasiado. Además, si tienes otros objetos frágiles, como dispositivos electrónicos, sitúalos también alrededor del sombrero para brindar protección adicional.
Son las partes más susceptibles al aplastamiento, así que no te cortes a la hora de rodearlos con las prendas más suaves que tengas (los bikinis y pareos son una elección perfecta) enrollándolos y situándolos a su alrededor. Una vez hecha la maleta, también evita apilar objetos pesados ya que esto podría provocar su aplastamiento (y hacer que se deforme). Si es posible, coloca el equipaje que contenga tu sombrero en posición vertical en lugar de apilarlo horizontalmente. Toda protección extra es bienvenida.
Otra opción muy acertada para aquellas que tengan más espacio consiste en invertir en una funda rígida para el sombrero, pues están diseñadas para proteger su forma a la perfección y evitar que se aplaste. Eso sí, si la pieza es demasiado delicada, también deberías plantearte llevarlo contigo en lugar de guardarlo en tu equipaje. Quizás no sea lo más cómodo, pero te asegurarás de que llegue sano y salvo a tu destino.
Por último, si has decidido guardarlo en tu equipaje, cuando llegues, inspecciona el sombrero y ajústalo si es necesario, dándolo suavemente forma y corrigiendo cualquier deformidad que pueda haber ocurrido durante el trayecto.