Desde hace unos meses, algo pasa en el armario de María Pombo. Cambió de agencia de representación (dejó Soy Olivia y se pasó a Vertical, la agencia de talentos dirigida por Marc Márquez) y ya se está notando en sus looks. Una de las pistas nos la ha dado en el último conjunto que hemos visto en Instagram: una falda larga de Tipi Tent, de claro estilo noventero, y un cinturón, de lo más inútil, pero, ojo, qué mono es, que bien podría haber formado parte del armario de tu madre.
María Pombo combinó una falda estampada de talle bajo con un cinturón de estilo cadena de chapas ovaladas con resina ámbar, una pieza única de la colección ALENAVBAS x MONCOLLIER. A la venta en la web de la firma por 60€, es de zinc bañado en plata y el accesorio de moda por excelencia este verano.
Si hay algo que hemos aprendido sobre el mundo de la moda, es que todo vuelve, aunque no siempre lo pidamos. Este 2024 ha vuelto algo, como bien acaba de demostrar María Pombo, que muchos podríamos haber preferido evitar: el cinturón a la cadera, una de las modas más controvertidas de principios de los 2000, ha regresado con fuerza. Es decir, el accesorio estrella es cinturón que ni va en la cintura ni sujeta. ¿Cómo te quedas?
Para entender esta tendencia, debemos recordar que la moda funciona en ciclos. Según el ciclo de tendencias que dice que después de 20 años algo que fue tendencia vuelve, hora mismo nos habríamos plantado en el 2004, aquella época en la que todas las chicas con más estilo, como Sienna Miller o Gisele Bündchen, llevaban pantalones y faldas de talle muy bajo que combinaban con este tipo de cinturones.
Los había de piel, metálicos, como el de María Pombo, o de crochet y este verano de 2024, de la mano de Tory Burch, Michael Kors y Blumarine, han vuelto a escena sobre sobre vestidos de punto, lenceros, jerséis, faldas largas y minifaldas.
No sirve de mucho, cierto, pero cuando lo llevas es imposible no fijarse en él. Es una de las maneras más fáciles de transformar un look.
Si no lo vemos, no lo creemos. María Pombo nunca ha destacado por arriesgar, cierto es, pero su mánager, Teresa Pellín, está haciendo muy bien su trabajo. No solo ha empezado a codearse con firmas de lujo como Max Mara (hasta entonces solo reservada para las influencers más top, como es el caso de la viguesa Alexandra Pereira, que es fiel a las primeras filas de los desfiles de Schiaparelli), también ha llevado un nuevo nivel sus looks. Y todo parece indicar a que Teddy, como así se conoce en el mundo de las relaciones públicas a su manager, tiene mucho que ver.
Es cierto que Teresa Pellín no tiene una cuenta de Instagram abierta al mundo para que veamos sus looks, pero siempre que acompaña la influencer María Pombo es imposible no fijarse en lo que luce. Arriesga y gana. Y, para muestra, el espectacular look que lució el día de su boda y de las pocas imágenes públicas que hay de ella en los medios.
Si de algo sabe la manager de María Pombo es de moda (creó su propia marca y estuvo al frente de la estrategia de comunicación de varias firmas en conocidas agencias de nuestro país), además de lujo, ya que pasó por el equipo de Shiseido, pero, sobre todo, de comunicación. La perfecta combinación para un personaje de la talla de María Pombo.
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