Que Carlota Casiraghi ha heredado la elegancia de su madre, la princesa Carolina de Mónaco, es algo que todo experto en moda reconoce. Y no es lo único que le ha transmitido su madre, pues ha sido Carolina quien ha enseñado a su hija el amor por la buena costura y los buenos patrones. Por otra parte, la hermana del príncipe Alberto, vinculada de lejos con la casa Chanel, ha dado continuidad a esta relación del principado con la firma a través de su hija.
Chanel, Carolina y Carlota ahora van de la mano y es muy frecuente ver a ambos miembros del principado monegasco vestir de la 'maison' como grandes embajadoras de la firma. La última ocasión en la que lo hemos podido comprobar ha sido en la reciente visita de la nieta de Grace Kelly a París. Durante estos días, ha asistido al desfile de la marca durante la Semana de la Moda que se está celebrando en la ciudad, y también ha presenciado la apertura de la temporada de ballet en la Ópera de París.
Carlota de Mónaco durante esta cita nocturna ha dado una lección de que menos, siempre es más, sobre todo cuando se apuesta por piezas que son auténtico lujo como es su caso. La hija de Carolina de Mónaco acudió a la Ópera con un vestido de silueta lencera firmado por Chanel, con líneas muy básicas, tirante fino decorado con las clásicas dos ces, representativas de este imperio de la moda y escote redondo. La mayor parte del vestido estaba cuajado de lentejuelas azul noche, un tono perfecto como alternativa al clásico negro. Como único detalle, la franja inferior de la pieza, de color blanco, en contraste con el resto del vestido y a ras de tobillos.
El largo del vestido que dejaba los pies al descubierto, permitía ver sus zapatos en su totalidad. Y este complemento fue el que Carlota quiso utilizar para poner un discreto toque de tendencia al look. Optó por un zapato cerrado tipo 'Mary Jane', con el detalle de unas aplicaciones brillantes en la parte más baja del tacón. Pero este no fue el complemento que más destacó del look, pues esta apuesta minimalista tenía una razón de ser: dejar total protagonismo a la joya que lució en sus orejas.
Se trata de los pendientes Diamant Evanescent, también creados por la firma francesa. De hecho, el diseño, una camelia con dos adornos colgantes, es uno de los símbolos más identificativos de Chanel. Están diseñados con oro blanco de 18 quilates y 166 diamantes talla brillante con un total de 4,41 quilates.
Este par está actualmente disponible en la web de Chanel y tiene un precio de 93.000 euros. Pertenecen a una colección que tiene la reconocible camelia como protagonista y también se pueden adquirir otras joyas a conjunto. En la web de la firma figura el anillo, valorado en 96.000 euros, la pulsera, tasada en 116.000 euros y un collar transformable a cuyo precio se puede acceder solo bajo demanda.
Los vestidos son una prenda ideal para huir de la clásica fórmula de pantalón y jersey en otoño. Combinados con cárdigans, botas altas y cinturones con tachuelas, que tanto se llevan esta temporada tendrás tu look perfecto para el día a día.