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La moda y las tendencias en los últimos tiempos abogan por la comodidad y el confort. Pantalones anchos que no aprieten, zapatillas a todas horas, sudaderas, cortes fluidos… Pero eso no significa que no sigan confeccionándose prendas que denoten elegancia, con un toque de sensualidad y -por qué no- provocación para aquellos días en los que una quiere sentirse más especial, o simplemente desea verse sofisticada.
Sin duda la que se ha postulado como la gran favorita esta temporada es la falda de encaje en todas sus versiones. Y cuanto más transparente, mejor. Una pieza que, lejos de asociarse a estilismos de noche o fiesta, está más democratizada que nunca gracias a la visión de las firmas más importantes que han desfilado en las últimas Fashion Weeks. Tanto en Nueva York como Milán o París, se ha visto encaje por doquier, especialmente en las propuestas de Zimmermann, que hace de la falda la gran protagonista con mucho volumen y cargada de volantes, una oda al vintage en toda regla.
Nina Ricci es otra de las enseñas que la ha reinterpretado, con un encaje más trabajado en tonos negros, al igual que Rabanne, quien además aboga por la versión mini. Otras marcas en las que se ha podido ver es en Jil Sander y Toteme, donde la combinan con cazadoras y blazers XXL con las que contrastan por completo.
Ahora llega la gran pregunta, ¿cómo lucirla en el día a día? En las puertas de los desfiles está la clave. Las insiders apuestan por versiones midi, con forros mínimos (y casi inexistentes) que dejan la pierna al descubierto y que cuando bajen las temperaturas invitan a lucirlas con medias tupidas de colores atrevidos más allá del negro o el marrón (como por ejemplo el rojo).
Se llevan con muchas capas, siguiendo el efecto cebolla y evitando así el frío; por lo que resulta conveniente que, si vas a sumarte a esta atrevida tendencia, te hagas con un jersey de lana oversize y una americana XXL. No falla en conjuntos como por ejemplo una camisa masculina con un suéter encima, el típico pullover que parece que le has robado a tu abuela, una camiseta roquera con un estampado potente, una bómber de napa, botas cowboy o moteras, zapatillas… Todo aquello que le dé un toque grunge, que es la tendencia con la que más se está viendo.
Si por el contrario buscas un efecto más ‘lady’, a lo Dolce&Gabbana, llévalo con americanas oversize y un top ajustado (si puede ser encorsetado, mejor) y stilettos. Una opción opuesta a las anteriores que dejan clara la gran versatilidad de la falda de encaje.
Y recuerda, no tengas miedo a experimentar con diferentes texturas y accesorios para personalizar tu estilo al máximo, pero siempre con la delicadeza y feminidad que este tejido icónico aporta.
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