Ayer fue un día importante para Donald Trump y su esposa Melania, pues tras las elecciones el magnate era investido ayer como nuevo presidente de los Estados Unidos, una jornada que comenzó con una ceremonia religiosa en la que pudimos ver a la exmodelo con un sobrio look del diseñador estadounidense Adam Lippes. La jornada se cerró con los bailes inaugurales que cerraron esta histórica jornada, un broche de oro para el que la esposa del presidente escogió un vestido de gala muy diferente al que le vimos en los actos matutinos.
En esta ocasión se mantuvo fiel a la sobriedad, pero añadió un punto extra de elegancia tal y como requieren los eventos de noche. Para esta cita eligió un vestido en el que el color base era el blanco del diseñador francés que se encuentra dentro de su círculo de amigos Hervé Pierre. Se trata de una pieza ajustada a su figura que resalta su silueta que está decorada con un original ornamento en forma de cinta negra que comienza en el pecho y rodea su cintura para caer sobre la falda.
La primera dama de Estados Unidos en esta ocasión para vestir sus pies se vuelve a decantar por zapatos de salón, esta vez blancos, a juego con el vestido. Pero hay otro complemento que roba la atención. Y es que sobre el escote palabra de honor del vestido Melania añade en su cuello un 'chocker' grueso de color negro adornado con un broche de diamantes con un diseño floral. Sorprende este complemento porque originalmente nació dentro de los estilos más urbanos, algo que nada tiene que ver con la elegancia de los looks que suele llevar la exmodelo. Sin embargo ella ha sabido llevarse el complemento a su terreno y sirviéndose de su patrón lo ha dotado del buen gusto necesario para sumarlo a este diseño tan sofisticado.
Curiosamente el color blanco también fue el elegido en 2017 para este mismo acto, cuando su marido fue investido presidente de Estados Unidos por primera vez. El vestido de entonces también lo firmaba Hervé Pierre y era un diseño con escote barco y unos delicados volantes que cruzaban su pecho y caían hacia abajo. También incorporaba un finísimo cinturón en color rojo.
Anoche tras los actos diurnos en los que Melania llevó el pelo recogido en un sencillo moño bajo, decidió soltar su melena trazando la raya ligeramente a un lado y peinándolo con unas ondas muy suaves que llenaban de movimiento su melena. En cuanto al maquillaje, la exmodelo optó por marcar sus ojos en negros con un potente delineado, como suele ser habitual y marcar sus pómulos con bronceador. Para sus labios optó por embellecerlos con un tono rosa brillante en una fórmula de gloss.
Cabe destacar también que la exmodelo proyectó una imagen de cohesión junto a su marido, pues ambos iban vestidos con los mismos colores. El presidente, por su parte, optó por un esmoquin negro con solapas brillantes y zapatos también en acabado brillante.
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