Isabel Preysler volvió a convertirse ayer en la anfitriona de la noche. La socialité acudió a la fiesta del 30 aniversario de los famosos bombones Ferrero Rocher, que se celebrara en la Embajada de Italia en Madrid, de los que fue imagen durante varias campañas navideñas. Para la ocasión, Isabel escogió un vestido negro con decoraciones del color dorado que caracteriza el envoltorio de estos bombones y firmado por el mismo diseñador que vistió a la reina Letizia en una de sus visitas a Asia.
Un diseño firmado por Temperly London, la misma marca que visitó a la reina Letizia en uno de sus actos en Seúl. Concretamente se trata del modelo ‘Phantom Long Dress’, de la colección invierno 2019 y con un precio que ronda los 1.000 euros. Un vestido largo de color negro, con transparencias de tul y plumeti plisado, mangas abullonadas y un enorme escote con volante en forma de V, todo ello acompañado de remates dorados. Como complementos, un cinturón XXL a la altura de la cintura y un clutch de color oro que convirtió a la celebrity una de las grandes protagonistas de la noche.
Isabel Preysler ejerció de anfitriona junto a Jesús Vázquez, una de las últimas imágenes de las campañas de la marca. El presentador fue el encargado de comunicar una de las grandes noticias de la noche: será el encargado de dar las Campanadas en Mediaset este año desde la localidad que gane el concurso 'Envuelve de luz tu pueblo’ que se organiza cada año.
Durante su visita al país asiático, los Reyes acudieron a la cena que el presidente surcoreano Moon Jae-in y la primera dama, Kim Jung-sook ofrecieron en su honor. Para la ocasión, la reina Letizia escogió un diseño de estilo oriental de uno de los modistos preferidos por Kate Middleton y Penélope Cruz, y ahora también de la pareja de Vargas Llosa. Con transparencias, tul y mangas largas, en diferentes tonos rosas y negro, muy parecido al corte que lució anoche Isabel.