En 2022 se cumplirán 60 años de su fallecimiento, pero indiscutiblemente Marilyn Monroe sigue siendo un icono de moda. Su maquillaje, su cabello rubio platino y muchos de sus rompedores looks continúan siendo un referente
En las décadas de los 40 y 50 del pasado siglo rompió moldes y levantó auténticas pasiones, no sólo entre la población masculina que la idolatraba, sino entre la femenina, que trataba de imitar hasta los andares de la actriz.
Entre sus outfits más icónicos destacan varios creados para sus personajes de ficción, pero también lució looks de infarto en sus bodas, en sus viajes y en las fiestas a las que acudía como invitada de honor. Estos son algunos de los más comentados a lo largo de su vida y tras su fallecimiento.
La icónica imagen de mujer sensual que acompañó a la actriz durante su carrera se inauguró en 1953 con la película ‘Niagra’, un melodrama romántico y de suspense en el que Marilyn aparece con un vestido midi de color fucsia con escote cut-out diseñado por Dorothy Jeakins que fue replicado por numerosos grandes almacenes y del que se vendieron miles de copias.
Uno de los looks más icónicos de la actriz pertenece a la película de 1953 ‘Los caballeros las prefieren rubias’, donde lució este vestido rosa creado por el diseñador de vestuario William Travilla. Se trata de un modelo de satén rosa de escote palabra de honor, corte ceñido y gran lazada en la espalda, que coordinó con unos guantes largos y muchas joyas.
El vestido de cuello halter y falda plisada en color marfil, con el que las piernas de la actriz quedan al descubierto en la película de 1955 ‘La tentación vive arriba’, es otro icono del séptimo arte y, según los rumores, el culpable de su ruptura con Joe Di Maggio. También fue diseñado por William Travilla, que decidió venderlo en 2011 por un precio de 5,6 millones de dólares.
Uno de los looks de Marilyn Monroe que más ha dado que hablar fue el que lució el 19 de mayo de 1962 (murió pocos meses después) para cantar a John F. Kennedy el ‘happy birthday’ en el Madison Square Garden y ante 15.000 personas. Su puesta en escena no dejó indiferente a nadie porque la actriz lució un vestido semitransparente creado por el diseñador Jean Louis, de corte ajustadísimo, tanto que una vez puesto tuvieron que coserlo para cerrarlo, y con incrustaciones de cristal, que combinó con una estola de visón.
Para su boda con el jugador de beisbol Joe Di Maggio, Marilyn no se atuvo a las normas de la época (era 1954) y eligió un conjunto de lana marrón compuesto por una falda lápiz y chaqueta con cuello de armiño en color crudo que combinó con zapatos de salón a juego y completó con un bouquet de orquídeas.
Un viaje en avión servía de excusa para comprobar que la actriz era capaz de mantener su estilo en cualquier situación. Entre sus ‘looks de aeropuerto’ destaca este conjunto en el que combina un vestido ceñido con una gabardina por los hombros, gafas de sol y stilettos. Poco o nada cómodo para un viaje trasatlántico, pero 100% Marilyn.
Cuando los vaqueros no eran aún una prenda femenina, Marilyn decidió encabezar una pequeña revolución. Que una mujer como ella, considerada globalmente como sex simbol, decidiera enfundarse este tipo de pantalones no hizo más que alimentar el mito y empujar a la difícil democratización del pantalón vaquero para las mujeres, que culminó definitivamente en los años 70.