Los tatuajes con tinta blanca o white tattos están de moda por varias razones. En primer lugar se han convertido en la opción perfecta para aquellas personas que tienen ganas de hacerse un tatto, pero temen que sea muy llamativo o que acapare demasiado atención. Por otro lado, resultan de lo más originales, porque a pesar de ser tendencia su uso no está todavía tan extendido como el de los tatuajes hechos con tinta negra o colores. Y además de ser discretos y originales, es innegable que el resultado puede llegar a ser de lo más elegante. Como añadido, tienen la peculiaridad de que pueden brillar en la oscuridad, algo que los hace realmente especiales.
Es una tendencia en tatuajes a la que ya se han sumado celebrities de la talla de Rihanna o Jessica Alba. Esta última se ha tatuado recientemente en el brazo, con tinta blanca, las constelaciones del signo del zodiaco de cada uno de sus hijos. En la imagen aparece mostrándolos orgullosa, junto a su tatuador. La actriz, que confesó haberse arrepentido de los tatuajes que se hizo cuando era muy joven, asegura que estos han sido todo un acierto, ya que sus hijos siempre serán lo más importante para ella. Y para un tatuaje tan especial, ha elegido la tinta blanca.
Mientras que un tatuaje hecho con tinta negra nos depara pocas sorpresas una vez hecho, aunque se tenga que cicatrizar para ver el verdadero resultado, el proceso con los tatuajes de tinta blanca es otro y más incierto. Para empezar, a la hora de realizarlo, la aguja debe insertarse a una mayor profundidad que si fuera tinta negra, y eso hace que la herida tarde más en cicatrizarse.
Por otro lado, algunos tatuadores profesionales aseguran que hasta que no se ha producido la cicatrización, no podemos saber con certeza si el resultado se corresponde al 100% con las expectativas que teníamos, algo que no es tan habitual en los tatuajes con tinta negra. El buen acabado va a depender de la experiencia del tatuador, del tono de piel y de los cuidados posteriores. La curación del tatuaje varía en cada persona y eso favorece que el resultado sea más incierto.
Aunque al parecer es una idea bastante generalizada, lo cierto es que los tatuajes con tinta blanca no son más dolorosos que si te los hicieras con tinta negra o con cualquier otro color, siempre que hablemos de la misma zona del cuerpo, ya que no en todas resulta igual de doloroso o molesto. Además, la sensibilidad al dolor es diferente en cada persona, y ahí no influye para nada el color de la tinta.
Es cierto que en muchos tatuajes, en los que se mezclan diferentes colores, los tatuadores reservan para el final la tinta blanca, ya que se utiliza para resaltar detalles y crear reflejos. Esto quiere decir que la están utilizando sobre una piel que ya está sensibilizada por el tiempo que lleva expuesta a la máquina de tatuar y eso puede hacer que resulte más doloroso. Pero, insistimos, el color no tiene nada que ver.
Lo cierto es que no, ya que algunos tonos de piel pueden hacer que el color blanco se distorsione y que acabe adquiriendo un tono amarillo o beige que no era el que buscabas. En algunos casos el tatuaje puede llegar a parecer una mancha o una cicatriz, así que es importante que consideres este riesgo. En principio, cuanto más clara sea tu piel mejor será el resultado. Es cierto que en principio parece que van a resultar más visibles cuanto más oscura sea la piel, pero es más fácil que el color termine por estropearse.
Hay muchos dibujos y diseños que pueden servirte de inspiración para tu white tatto. Desde los dibujos geométricos, hasta palabras o frases, pasando por flores, mariposas, calaveras, animales… todo lo que se te ocurra. Eso sí, has de tener en cuenta que el trazo con tinta blanca es más grueso que con tinta negra, por lo que las líneas del dibujo pueden no resultar tan limpias como nos gustaría.
En principio el color blanco no estaba pensado para utilizarse solo, por eso no olvides que puedes combinarlo con tinta negra o con tinta en tonos pastel, para conseguir tatuajes de lo más originales.
Por norma general, a los tatuadores no les gusta hacer tatuajes solo con tinta blanca. La dificultad del trazo y la incertidumbre del resultado no les permite comprobar siempre la calidad de su trabajo, y no olvidemos que se trata de un proceso artístico del que se consideran responsables y quieren que quede lo mejor posible.
Por otro lado, la tinta blanca se desvanece de la piel más rápido que la negra, y seguramente tengas que ir a retocar tu tatuaje a menudo.
En muchas pieles la tinta blanca puede ocasionar reacciones alérgicas, que van desde el picor y la comezón, hasta que la piel no absorba la tinta.