Los tonos neutros -entre los que hay que mencionar negro, gris, azul marino, tierras y blanco- son un buen recurso de estilo para cualquier época del año, incluida la primavera que es el momento en que apetece vestir con un colorido más explosivo.
Son colores que funciona bien en todos los momentos del día, para ir a trabajar o para una cita especial, pero que necesitan un extra para no resultar demasiado serios, aburridos o previsibles. Uno de los trucos más recurrentes es combinar un tono neutro oscuro con otro claro (el clásico binomio blanco y negro), o dos de la misma gama cromática (negro con gris o beige con blanco), son clásicos con los que ni arriesgas ni te equivocas, pero de los que puedes escapar probando opciones mucho más divertidas y actuales.
Para crear looks interesantes con tonos neutros hay que apoyarse en los patrones, en el color o en la textura de los tejidos. Si apuestas por patrones muy locos, extravagantes o arquitectónicos, no necesitas más para crear espectáculo en la calle. Para quienes prefieran cualquiera de las otras dos opciones hemos elegido varios looks que son el ejemplo perfecto de cómo combinar los tonos neutros en primavera para que resulten más atractivos.
Si mezclas un tono gris con negro, con azul, con blanco o con beige, indiscutiblemente estás eligiendo un look ganador, pero se trata de una apuesta demasiado fácil a la que puedes añadir un plus de alegría con un toque de color. Recurrir a complementos en tonos vibrantes como el rojo, el púrpura, el naranja o el amarillo es una buena manera de transformar un estilismo bueno en otro aún mejor.
Otra elección ganadora consiste en mezclar una variedad de tonos neutros en un solo look. Para hacer que funcione y no sea una suma de prendas sin sentido, trata de dar protagonismo a una gama de color. Parte de diversos tonos de gris o beige y añade elementos de contraste en blanco, negro o azul marino, de manera que el resultado no sea una paleta plana sino un conjunto de luces y sombras.
Una opción con la que no te equivocas y resulta muy efectista es apostar por el total look. En negro, en azul marino o en blanco son apuestas ganadoras en cualquier época del año, incluida la primavera. Deberías descartar el gris y el beige por resultar demasiado apagados para estas fechas, salvo que utilices tonalidades oscuras y claras que contrasten mucho entre ellas.
El denim es un recurso excelente con el que crear cualquier tipo de estilismo en primavera, tanto para un look casual como para crear contrastes en un estilismo más serio. Una camiseta básica, unas deportivas y la típica cazadora vaquera servirán para sacar de contexto el clásico pantalón gris de un traje sastre.
Las transparencias son otra manera de llevar los tonos neutros a un terreno muy alejado del aburrimiento y si se hace de manera sutil, no es necesario arriesgar ni un ápice de elegancia.
Llevar los tonos neutros al terreno de los estampados es otra manera de salir del lugar en el que se encuentran más cómodos, que son las prendas lisas. En primavera puedes dar rienda suelta al animal print, a los cuadros, las rayas e incluso las flores en blanco y negro, u optar por incluir cualquiera de estos estampados en un look compuesto exclusivamente por tonos neutros con ayuda de los complementos.