Tras muchas temporadas de vestidos oversize, de mangas abullonadas y metros de tela, una nueva silueta se hace hueco entre las tendencias del próximo año. Se trata del qipao, el vestido tradicional chino que es fácil de identificar por su patrón ceñido, el escote oblicuo y una abertura lateral que facilita el paso al caminar.
Tímida, pero firmemente se ha colado en algunas colecciones del otoño invierno 2021 y no sorprende que tenga ya una legión de fans entre las prescriptoras de moda más influyentes, entre ellas Gala González o Alexa Chung, que además han creado versiones del qipao para sus respectivas firmas de ropa.
La firma Amlul, de la que Gala González es fundadora y directora creativa, ha apostado fuerte por el patrón oriental incluyendo en su colección cuatro modelos diferentes del vestido tradicional chino, dos cortos y dos largos, que están entre las prendas más instagrameadas y vendidas de la firma.
Uno de ellos fue el elegido por Macarena García para acudir a principios de diciembre a charlar con Broncano en La Resistencia. El modelo en concreto es el vestido Roses en el que, a pesar de su clara inspiración en el qipao, se han introducido algunas variaciones como prescindir del escote oblicuo abotonado y el cuello mao.
Posiblemente por su ascendencia china, para Alexa Chung el uso del qipao es algo más que una tendencia, forma parte de sus raíces y además de vestirlo de manera habitual ha incluido en su colección un vestido mandarín de largo mini diseñado para poder llevarlo del trabajo a una salida nocturna.
Joseph Altuzarra es otro de los diseñadores que ha recreado la silueta del qipao en su colección de invierno, para la que ha desestructurado la silueta original añadiendo detalles, alargando el escote hasta la cintura e incluso optando por aberturas impensables en el vestido tradicional chino.
Entre las firmas que han renovado el patrón tradicional del qipao, Marcia Wear es una de las que ha conseguido viralizar sus modelos con mucho éxito. Sus vestidos tienen un sello especial, se distinguen por las características abertura laterales cerradas por trabillas y botones (que se llevan ropa interior, o no) y son el modelo favorito de todas las prescriptoras de moda.
La firma danesa Rotate Birger Chistensen también ha apostado por una versión del vestido tradicional chino, pero ha añadido un elemento distorsionante pero característico de la casa y es el que dio fama a los vestidos de su primera colección: las mangas jamón. Se aparta del original también en los tejidos y estampados, pero sin llegar a perder su esencia oriental.
Dando un giro a las tendencias que han dominado las últimas temporadas, las firmas low cost también están apostando por incluir la silueta de este estilo de vestido en sus colecciones. Estos dos modelos de Zara son calcos casi literales del qipao en versión mini y que el primero esté prácticamente agotado demuestra la acogida que están teniendo en la calle.
La apuesta de Mango es una versión bastante occidentalizada pues está fabricada en tejido de punto, aunque respeta de manera literal la silueta, el cuello mao y el escote oblicuo del qipao original. La combinación perfecta para una primera toma de contacto con esta nueva silueta.
Otra de las marcas low cost que ha creado su propia versión del vestido mandarín es Bershka. Su apuesta, que no pasaría el filtro oriental por el tejido de lentejuelas plateadas y la escasez de tejido, no es tan distorsionante como para perder totalmente la esencia del qipao. Perfecto para despedir el año con la prenda que tiene intención de convertirse en la primera tendencia de 2021.