Tres meses después de romper su relación por una infidelidad por parte de Íñigo Onieva, Tamara Falcó retomaba su relación con el empresario justo después de las campanadas que dieron comienzo al 2023. "¿Voy a pasarme el resto de mi vida pensando en qué podría haber sido y si esta persona habría sido la correcta para mí?", se planteó la marquesa de Griñón, tal y como contó hace unos días en una entrevista a la revista Harper's Bazaar. La hija de Isabel Preysler quería comenzar el nuevo año "fenomenal" y, tras considerar que "no hay vidas sin cruces" y hacer "un examen de conciencia", su historia de amor con Íñigo empezó de cero porque para ella, hacerlo todo desde la verdad, es "la única forma de amar". Y así lo sentía.
Fue en esa misma entrevista, tal y como puedes ver en este vídeo, donde relató la dura advertencia que recibió por parte de su madre. Recordemos que Isabel Preysler vivió una situación parecida en los años setenta, durante su matrimonio con Julio Iglesias, que también estuvo marcado por infidelidades: "Le pregunté: ‘¿Tú a tío Julio le diste una oportunidad? Tajantemente me dijo que no". Es por eso que, bajo su propia experiencia, Isabel advirtió a su hija que Onieva podría volverselo a hacer.
El día 25 de diciembre, tras pensar ella misma que se "había vuelto loca", le pidió a Íñigo Onieva que le acompañase a la misa del gallo. El empresario, que se encontraba en su casa junto a sus familiares, no dudó un segundo en presentarse en casa de Isabel Preysler (lugar en el que se encontraba la marquesa de Griñón) para empezar esa segunda oportunidad.
Lo que no sabíamos es que Tamara Falcó, tal y como ha contado ahora en una charla con Pablo Motos, no contó a los miembros de su familia que Íñigo Onieva iba a presentarse en su casa. ¿Y cuál fue la reacción de los demás? Como si de una película de humor se tratase, su primo abrió la puerta, "y cuando vio a Íñigo pensó que se había equivocado". Y a su hermana, Ana Boyer, "le entró un ataque de risa".
Tras esa complicada situación que seguro recordarán toda la vida, Falcó y Onieva se fueron a la misa "con la mala suerte" de que les vio la amiga del dueño de ¡HOLA!. "Seguidamente me llamaron para preguntarme. Después de eso, Íñigo y yo empezamos a escribirnos. Intercambiamos muchas cosas que a ambos nos habían hecho daño", ha contado ahora la marquesa de Griñón.