Fue la primera expulsada de la segunda edición de ‘Operación Triunfo’. Lo que para la mayoría hubiera significado el final abrupto de una carrera, para Mai Meneses fue tan solo el inicio. Con el guitarrista Kim Fanlo, la que era su pareja sentimental, formó el grupo Nena Daconte, nombre tomado de una obra de Gabriel García Márquez. Juntos conocieron el éxito, hicieron vibrar a todo el país con éxitos como ‘En qué estrella estará’ o ‘Tenía tanto que darte’ y recibieron los galardones más deseados de la industria musical.
Detrás de los aplausos, los vítores y la entrega de su público, se escondía del público una falta de amor propia que llevó a la artista madrileña a refugiarse en el alcohol y las drogas. Sentía que su éxito era fruto de una gran campaña de marketing, que la gente hablaba mal de ella a sus espaldas y que sus adicciones le ayudaban a darlo todo sobre el escenario, aunque eran los problemas mentales los que ganaban espacio en su vida.
Las críticas de la industria musical y los comentarios dañinos de su novio hacían sentir a María Isabel -así se llama- pequeña e innecesaria. Una relación tóxica tanto sobre el escenario como entre bastidores a la que puso fin hace trece años. Su separación fue tan sonada como polémica y, a pesar de que ella siguió adelante con el proyecto en solitario, la etapa oscura con el que fue su compañero de vida hizo mella en su personalidad.
Poco después llegaría a su vida Eduardo Baeza Pérez-Fontán, el que fuera responsable de comunicación online y estrategia en redes sociales de Mariano Rajoy y director del Departamento de Análisis y Estudios del Gabinete de Presidencia del Gobierno, con el que pasó por el altar a finales de 2011.
Para brindar por su felicidad en su boda estuvieron, entre otros, Manuel Martos y Amelia Bono, Pedro Piqueras o Jorge Moragas. En la actualidad, además de ser su marido, tiene dos hijos con él. Todo esto lo ha reflejado en las 228 páginas de su libro, ‘Tenía tanto que darte’, al que no tendrán acceso sus padres -se lo ha prohibido- y que sí ha pasado por el filtro de su chico. “Para mí era importante contar con su apoyo, porque tenemos unos niños a los que hay que hablarles de todo esto”, reflexionaba en una reciente entrevista Mai, que define a su pareja como un “engranaje diferente a otros que he tenido”, “un amigo fiel” que le proporciona “absoluta independencia emocional e intelectual”.