Queda apenas una semana para la que, con permiso de los muchos enlaces vips que están teniendo lugar durante estas semanas, será la boda de la temporada. Tamara Falcó e Íñigo Onieva se darán, el próximo sábado 8 de julio, el ‘sí, quiero’ en el palacio de El Rincón. Un evento esperadísimo por el excepcional interés mediático en la hija de Isabel Preysler y en la relación que ha mantenido con el empresario, no exenta de altibajos. Mientras ultiman la recta final, a apenas unos días de convertirse en marido y mujer, la marquesa de Griñón ha enviado un mensaje públicamente a su chico.
Pese a su habitual onmipresencia en los medios debido a su trabajo y sus apariciones públicas, en las que habla con naturalidad de su romance con Onieva, lo cierto es que Tamara no acostumbra a utilizar sus redes sociales para abrirse emocionalmente. Las imágenes junto a Íñigo no , atendiendo a su muro de Instagram. Pero, dada la cercanía de la boda y mientras se disparan los rumores sobre una supuesta infidelidad del madrileño, ha hecho una excepción.
Tamara se ha dirigido a su futuro marido, reconociendo lo inminente de la fecha: “Ya no nos queda más que una semana y un día para estar unidos para siempre a ojos de Dios, mi Íñigo”, ha comenzado. Falcó se ha referido explícitamente al complicado camino que han atravesado juntos: “No ha sido fácil llegar hasta aquí, pero lo hemos logrado y somos muy felices”, se ha sincerado la socialité.
En el texto que acompaña a la publicación, una imagen de ambos besándose en un entorno natural de Indonesia, uno de sus últimos destinos, la hija de Carlos Falcó ha revelado una conversación íntima que mantuvo con su prometido ayer por la noche. En ella, Íñigo realizó una promesa a Tamara. “Como me decías anoche, vamos a seguir bailando toda la vida y estoy deseando que esa vida empiece ya. Te quiero”, ha concluido ella. "Best team ever" (el mejor equipo de la historia), le ha contestado él en los comentarios.
Ya quedan pocos preparativos para tenerlo todo a punto para el esperado día. Tamara, de hecho, ha viajado a Nueva York junto a su madre, Isabel Preysler, para la última prueba del vestido que le confecciona, a contrarreloj, Carolina Herrera, tras el episodio que vivió con la firma Sophie Et Voilà. Falcó ha compartido, ilusionada, una imagen madre-hija tras su aterrizaje neoyorquino.
Pero lo cierto es que en este tiempo también ha habido algún que otro obstáculo. La protagonista de 'Soy Tamara' se sinceraba recientemente sobre uno de ellos, relativo a la puesta a punto de la finca que heredó de su padre, anterior marqués de Griñón. En la revista ¡Hola! reconocía que El Rincón ha tenido que sufrir una verdadera intervención para que se consiguiese el aspecto deseado. "Hemos desbrozado, podado y plantado hasta césped", se sinceraba.