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Tamara Falcó ha reaparecido. Dos meses después de celebrar su esperadísima boda con Íñigo Onieva, y tras volver de su idílica luna de miel, la marquesa de Griñón ha contado que su relación con el empresario está siendo "igual pero mejor". "Es igual porque se parece bastante, pero no sé, hay algo especial. Es el sacramento", ha dicho sobre su recién estrenado matrimonio, tal y como puedes ver en este vídeo.
De su luna de miel vuelve "feliz, contenta y relajada", pero también en su vuelta por distintos países del mundo ha vivido cierta angustia al experimentar actividades de riesgo que jamás hubiese pensado hacer. "Pensaba que me iba a quedar viuda en la primera semana. Íñigo se acercaba al límite de los tiburones", ha dicho entre risas sobre alguna de las aventuras que han vivido juntos.
Tamara Falcó es consciente del revuelo que causa cada una de sus apariciones públicas y cree que es, como algunos ya le dicen, porque se ha convertido en "una máquina de dar titulares". Por eso no ha tenido problema en hablar de las imágenes que este miércoles se publicaron y en las que se veía al matrimonio entrando en una clínica de fertilidad.
La hija de Isabel Preysler ha recalcado que le "encantaría ser madre" y que, como es "muy creyente", "será lo que Dios quiera". "Es verdad que con Fertilitas fenomenal, me han estado haciendo un seguimiento. Estoy muy contenta y por ahora todo bien", ha explicado. "Es justamente para ir adelantando. Al ser un método natural tarda mucho tiempo. No me dicen fecha. Lo del sexo que prefiero es una pregunta horrible. Ojalá primero me quede embarazada, luego ya pensaré en el nombre", ha dicho a los medios que se encontraban presentes.
La marquesa de Griñón también ha respondido a las preguntas sobre su futura mudanza. Tal y como ya se contó hace unos meses, la reforma de su casa se retrasó y ese fue el motivo por el que deberán comenzar la mudanza más tarde de lo previsto. "Aún faltan cositas pero estamos en ello (...) Ya tenemos las llaves y faltan un par de detalles", ha contado en esta última aparición pública.
Tamara Falcó adquirió su lujoso ático en noviembre de 2020, en plena pandemia. Está ubicado a cinco minutos de la casa de su madre, la conocida mansión familiar en la que Tamara también vivió hasta que comenzó su relación con Íñigo Onieva. El valor de su nuevo ático ronda el millón de euros y la marquesa de Griñón, cuando le entergaron las llaves, decidió tirarlo y reformarlo entero de la mano de un importante interiorista.