Desde que el pasado mes de febrero salieron a la luz las imágenes de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia besándose, la relación entre la pareja ha avanzando de cara al público. En aquel momento ninguno de los dos negó que estaban conociéndose, algo que no han dejado de hacer desde entonces. Fotografías juntos paseando al perro, comiendo en restaurantes o declaraciones del otro en los eventos públicos a los que han acudido son tan solo algunos de los gestos que han tenido hacia su relación en este último mes y medio.
En esos primeros días, el hijo de Mar Flores decía que sería "estupendo" que pudieran tener algo "normal y tranquilo", que pudiesen conocerse alejados de las cámaras que les siguen a diario y pedía que los medios de comunicación "no definieran todo por un beso". Por su parte, la hija de Terelu Campos comentaba que estaba más tranquila porque lo habían hablado y era mejor comentarlo y "ver si ya se pasa todo". Sin embargo, un mes y medio después de aquella primera imagen, la pareja sigue copando las portadas de las revistas.
Este miércoles, la revista Lecturas ha publicado en su portada unas imágenes de Alejandra Rubio acompañando a Carlo Costanzia a la cárcel. En el reportaje publicado por la revista hay imágenes de dos días diferentes. Uno de ellos se ve como la pareja se despide con un beso antes de que el hijo de Mar Flores ingrese en el centro después de compartir citas en las que cenaron en un restaurante italiano, también otro día comieron y pasearon a la perra del actor.
El actor está cumpliendo una condena de 21 meses por un delito de estafa relacionado con la compra-venta de coches de lujo. Los problemas con la justicia comenzaron en el año 2015, cuando acumuló condenas por delitos como conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas o hacerlo de manera temeraria. Carlo lleva por ello una pulsera telemática y a eso se sumó la condena que está cumpliendo actualmente por delito de estafa. Por esta última le llegaron a pedir nueve años, pero finalmente se quedó en 21 meses en los que tiene que pernoctar en un centro de reinserción que forma parte del centro penitenciario de Navalcarnero.