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Fue el pasado mes de noviembre cuando Vanitatis adelantó que Inés Arrimadas y Xavier Cima se habían separado. Tras seis años de matrimonio y dos hijos en común, la expolítica y el consultor tomaban caminos de vida distintos y ponían así fin a la fuerte crisis que atravesaban desde hacía meses. Inés intentó superar ese bache en su matrimonio mudándose a Jerez, su tierra, un cambio importante en su relación ya que el padre de sus dos hijos se quedaba en Madrid, donde trabaja como CEO de una empresa. Sin embargo, tampoco puedo ser y en aquel momento su entorno explicó que se llevaban "muy bien" y que no había sido nada traumático porque fue "largo y muy meditado".
Cuatro meses después de conocerse la separación, Inés Arrimadas ha sido fotografiada besándose con su nueva pareja, el también político Guillermo Díaz. Más allá de las imágenes que confirman la relación, LOC aseguraba que la relación está asentada "y va muy en serio". Las imágenes en las que se les ve besándose son del pasado viernes, cuando ambos fueron juntos a la procesión del Cristo de la Buena Muerte, en Málaga. Según el medio citado, la intención de los dos es "mostrarse como una pareja más" y acudir juntos a los compromisos. "De hecho, la relación es tan sólida que ambos están integrados en la familia del otro", aseguran.
En el medio citado anteriormente explican que primero fueron amigos y compañeros de partido. Él mismo compartió imágenes con Inés en 2020 a través de sus redes sociales. "Hay personas que te hacen creer que no hay desafío imposible. En esta foto hay una de ellas, la otra soy yo", escribió en el post que hizo público. Por el momento, viven en ciudades diferentes. Inés está instalada en Jerez y Guillermo en Málaga.
En cuanto a sus nuevas vidas de manera independiente, Inés Arrimadas forma parte de la empresa privada. Tras abandonar la política, la de Jerez comenzó en diciembre una nueva andadura en Recurrent Energy, una multinacional dedicada al sector de la energía solar. Ella misma lo contó orgullosa a través de sus redes sociales. Por su parte, Guillermo también dejó su escaño poco después de que lo hiciera Inés. Actualmente trabaja en la empresa que gestiona algunos de los teatros y cines de Málaga y da clases de oratoria y liderazgo en un máster universitario.