Fue en marzo de 2016 cuando, tras 18 años de relación y cuatro hijos en común, Mar Flores hizo público un comunicado para anunciar su separación de Javier Merino. En el escrito que firmaron de manera conjunta, la pareja explicaba que habían decidido, de mutuo acuerdo, suspender "forma temporal" su convivencia. Por sus hijos menores, ambos pedían a los medios que se respetase su privacidad y que no les sometieran a un "acoso y seguimiento mediático" que pudiese resultar "perjudicial" para los niños.
Un año después, la modelo reaparecía en un evento público y contaba que le había costado sonreír y estar alegre para que sus hijos la vieran así. "Me ha costado encontrarme guapa y volver a encontrar las ganas de vivir y de seguir con mi camino. Eso cuesta. Cuando una persona apuesta por un matrimonio y una familia se rompe, eso cuesta", comentó hace ya siete años.
Mar Flores confesó en alguna ocasión que la decisión de romper ese matrimonio fue de Javier y que ella, una mujer que formaba parte del mundo "de la moda y de la estética" se sintió "rechazada" por el que fue su marido. "Como mujer, me sentí muy dañada, porque no me sentía que valiera como profesional o como madre estupenda. Esa parte sí que me costó reconstruirla", comentó públicamente.
Desde que saliese a la luz el embarazo de Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, Mar Flores se ha convertido de nuevo en la protagonista de la actualidad rosa. La modelo aseguró que no quería hablar de la vida privada de su hijo y así se ha mantenido, pero este miércoles concedía una entrevista a la revista ¡HOLA! en la que hacía balance de sus 55 años e, irremediablemente, respondía sobre la paternidad de su hijo.
Además de eso, Mar Flores también contaba cómo está llevando la adolescencia de sus cuatro hijos menores y explicaba la relación que mantiene actualmente con Javier Merino, padre de los cuatro. La modelo dice que tomaron "una decisión muy valiente" por llevarse bien tras la separación. Aunque se seguían "queriendo mucho", decidieron separarse "para crecer más por separado". "Y mis hijos lo saben. Eso no me parece un fracaso. Las personas con las que compartes tu vida, a no ser que atenten contra ti y te hagan daño, no son enemigos", dice ahora, seis años después de la sonada ruptura.