Cualquier forma de describir la carrera artística de Julio Iglesias supone, de alguna forma, reducir la trayectoria y el legado del que es considerado el artista de habla hispana más exitoso de la historia. Ochenta álbumes de estudio, unos dos mil seiscientos discos de oro y platino y más de seis mil conciertos son, solo por citar algunas, las credenciales del madrileño. Y no solo su andadura musical: también su vida personal ha sido intensa. En las últimas décadas, el cantante ha encontrado la estabilidad junto a su segunda mujer, Miranda Rijnsburger, alejados de los medios. Recientemente ha habido novedades en torno a la pareja: Julio y Miranda pasarán sus vacaciones de verano separados. ¿Cuál es el motivo?
De forma paralela a la dilatada y reconocida trayectoria artística de Iglesias, la crónica social ha atendido con mucho interés desde hace décadas la faceta sentimental y personal de Iglesias. Esa de la que forman parte, además de un importante listado de conquistas amorosas, sus dos matrimonios y sus ocho hijos. Junto a Isabel Preysler, con quien se casó en 1971, en medio de un excepcional revuelo mediático para divorciarse siete años después, tuvo a los tres mayores: Chábeli, Julio José y Enrique Iglesias.
De su segunda gran relación sentimental, con Miranda, con quien se casó en 2010 tras haber comenzado su relación casi veinte años antes, en 1991, nacieron los cinco pequeños. Son Miguel, Rodrigo, Victoria, Cristina y Guillermo, todos ellos mayores de edad, a excepción del benjamín, pero mucho menos mediáticos que sus hermanos mayores. Porque con la modelo neerlandesa las cosas han sido distintas. Aunque el interés de la prensa ha seguido sobre ellos, y la familia que han formado se ha expuesto y mucho en las portadas del papel cuché, de un tiempo a esta parte, han preferido alejarse de la primera línea.
Es por eso que cada información relacionada con la vida del matrimonio genera un impacto destacable. Así ha ocurrido, por ejemplo, con respecto a las novedades de salud de Iglesias. Y así ha vuelto a ocurrir ahora, al conocerse que ambos pasarán el verano separados: Miranda, junto a sus hijos en Málaga, en la espectacular finca familia de Ojén en la que ya se están reuniendo, mientras que Julio permanecerá en América, donde tiene su residencia habitual. ¿Cuáles son las razones de que pasen las vacaciones estivales cada uno por su cuenta?
Vanitatis ha podido recopilar los tres motivos por los que el intérprete de éxitos como 'Me va, me va' o 'Soy un truhan, soy un señor' ha decidido no acompañar a su mujer y sus cuatro hijos (el pequeño, Guillermo, está todavía en Miami, aunque pronto viajará a Andalucía). En primer lugar, los problemas de espalda que sufre desde hace tiempo, que reducen algo su movilidad, generándole una cierta lentitud al andar. Además, aseguran desde el citado medio, la paulatina reducción de su agenda pública y sus viajes desde la pandemia por la covid-19.
A ellos se suma una tercera razón, quizás la más importante de todas, de carácter profesional. Se trata de un proyecto en el que se ha embarcado el artista, de ochenta años: una serie sobre su propia vida, en la que está totalmente involucrado escribiendo su historia para que los guionistas puedan trabajar con ella. Fue en febrero de este mismo año cuando se anunció el acuerdo entre Julio y Netflix para producir dicha ficción, e Iglesias se instaló hace unas semanas en su casa de Punta Cana para concentrarse en un proyecto que le ilusionado mucho, según el portal, y por eso ha decidido no acompañar a su mujer y sus hijos pequeños a Ojén.