Más de seis décadas han pasado desde que Raphael debutara en la industria musical de nuestro país. Desde entonces, el artista ha cosechado numerosos éxitos profesionales que han sido reconocidos a lo largo de su vida. El último de ellos fue hace unos días en los Premios Esquire Hombres del año 2024. Sin embargo, aunque siempre ha tratado de ser muy discreto a la hora de hablar de su vida privada, el mayor de sus triunfos es la familia que ha formado junto a la aristócrata Natalia Figueroa, con la que lleva más de cincuenta años casado.
Cuatro años antes de su paso por el altar, en 1968, se cruzaron por primera vez los caminos de Miguel Rafael Martos Sánchez, más conocido como Raphael, y Natalia Figueroa, hija del marqués de Santo Floro y bisnieta de Alonso Martínez.
El matrimonio se conocía a finales de los sesenta en una entrega de premios en Madrid que presentaba la comunicadora Encarna Sánchez y, tal y como desveló Figueroa en una entrevista en Antena 3, no fue un flechazo: "Yo conocí a Raphael que era uno de las personas que más curiosidad me producía. No creía en esas historias de dos personas que se conocen y son buenos amigos y se convierte en otra cosa".
Sin embargo, su relación comenzó marcada por los altibajos y varias idas y venidas, tal y como desveló la mujer del artista en unas declaraciones a '¡Hola!': "Me di cuenta de que nunca iba a encontrar un hombre mejor que Raphael, que me apoyara, respetara mi trabajo, que me estimulara... que me hiciera sentirme libre". Por su parte, el cantante comentó que con nadie se lo pasaba también como con la madre de sus hijos.
Cuando comenzaron a salir, tanto Raphael como Natalia, tuvieron claro que la discreción en su relación era una máxima -aunque a medida que ha pasado el tiempo han dado más detalles de su relación-. Tal es así que intentaron que su boda fuera 'secreta' y lejos de España. Es por ello que, tras jugar al despiste con la prensa, el 14 de julio del 1972, el artista y la socialité se dieron en 'sí, quiero' en la iglesia San Zacarias, en la plaza de San Marcos, en Venezia.
Desde hace cinco décadas, el matrimonio ha formado un equipo imparable. De hecho, fruto de su relación llegaron al mundo sus tres hijos, Jacobo, Alejandra y Manuel Martos. Sus vástagos siempre han optado por mantener un perfil bajo ante los medios de comunicación, aunque no siempre ha sido posible ya que Manuel, que ha seguido los pasos de su progenitor en la industria musical, se casaba con Amelia Bono -de la que se separó recientemente-, la hija del exministro José Bono.
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