Cristina Pedroche ha contado en más de una ocasión que, cuando conoció a Dabiz Muñoz, él ya tenía tres estrellas Michelín y era "un cocinero increíble pero un empresario no muy bueno". La presentadora, en una charla con Uri Sabat el pasado mes de noviembre, confesó que ella gana "mucho más dinero" que su marido y que, cuando se conocieron, el restaurante de Dabiz tenía "muchas pérdidas". "Yo, cuando empecé a rascar ahí, dije Dios mío, a esto hay que darle la vuelta", recuerda la presentadora, que además de Turismo estudió Administración y Dirección de Empresas, algo que le encanta.

Este viernes la pareja protagoniza el documental 'El universo Dabiz', que se estrena en Netflix, y en el que exponen una decisión vital: "mantener su restaurante de mayor renombre en la cima o cerrar su cocina para siempre". Cristina, que también es protagonista del proyecto de su marido, ha narrado la complicada situación económica que él atravesaba cuando se conocieron. "Llevábamos muy pocos meses y me dijo que venía a verme porque estábamos muy cerca, él en Singapur y yo en Myanmar. Pero me dijo que no tenía dinero para el billete. Yo le pregunté: '¿Pero cuánto cuenta el billete?'. Y me dijo: 'No, es que yo vivo al día'", ha recordado la presentadora.

Fue entonces cuando empezó a "escarbar un poco" en las cuentas del restaurante y descubrió que era "un desastre". Cristina pensaba que un negocio así contaba con un director general y uno financiero que se encargasen de esos asuntos, pero se dio cuenta de que "no tenían nada". "A día de hoy trabajo más en XO que en la tele, pero la tele da más exposición y parece que estoy más tiempo, pero no", ha explicado Pedroche.

La propia Cristina contaba que su marido "está bien" actualmente "dentro de sus obsesiones de ser una persona insatisfecha de por vida e infeliz". La presentadora aseguraba que intenta todos los días demostrarle la cantidad de cosas que tiene para sentirse "el puto amo" pero, según ella misma confesaba a Uri Sabat, "él está metido en su tormenta". "Es una persona muy tormentosa. Es perfeccionista extremo. Yo soy muy perfeccionista, pero él me supera con creces", contó.

Dabiz Muñoz se pronunciaba esta semana sobre el mismo tema y confirmaba que es una persona "obsesiva diagnosticada" y que su obsesión le ha hecho llegar a lugares "donde otros no llegan". "Yo me obsesiono mucho con cambiar los platos, encontrar el sabor perfecto. Hay veces que hago un plato y puedo hacer 25 versiones de ese plato. Estoy todo el día pensando en la comida de todos los restaurantes, pero el que más ocupa mi tiempo es DiverXO. Estoy todo el rato pensando cosas de DiverXO y cuando me siento a comer lo percibo mal", explicaba.

En unas declaraciones al programa de radio La Ventana, el cocinero matizaba que el problema no es la persona que se ha encargado del plato, el problema considera que es que quien lo ha pensado "no ha explicado suficientemente bien cómo hacerlo". "Yo vengo de Mordor y estoy, aunque no lo parezca, infinitamente mejor que años atrás y muy feliz. He logrado convivir conmigo mismo y con mi cabeza en un equilibrio. Para mí lo que se hace en DiverXO es difícil disfrutarlo, apreciarlo. Por eso digo que para mí es el peor restaurante del mundo porque es el único en el que no encuentro nada para disfrutar. Hace años caí en la obsesión de que como las cosas podían estar mejor, lo que hacía no estaba bien. Esto ya no lo pienso así salvo cuando me siento en DiverXO", dijo sobre su forma de ser y cómo afecta a su día a día.

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