El pasado mes de agosto, una noticia pilló por sorpresa al papel cuché: la ruptura de Alice Campello y Álvaro Morata tras ocho años juntos. Lo inesperado de la noticia tenía que ver con el hecho de que ambos habían aparecido juntos y en su habitual actitud cariñosa apenas semanas antes, durante la Eurocopa y en sus posteriores vacaciones de verano en Cerdeña. El revuelo mediático en torno a su separación fue mayúsculo, intentando la prensa del corazón desentrañar la intrahistoria y los motivos tras la misma, cuestión sobre lo que ambos se pronunciaron en su momento. Cinco meses después, en enero, la influencer y el futbolista acababan por darse una nueva oportunidad, retomando su vida sentimental y familiar. Ahora, en un reportaje para ¡Hola!, la italiana, que reconoce estar "feliz", ha profundizado en la realidad de lo que vivieron el pasado verano.

Campello, Morata y sus cuatro hijos en común, Alessandro, Leonardo, Edoardo y Bella, han iniciado una nueva etapa juntos. El destino, Turquía, tras el fichaje del delantero por el Galatasaray, lo que ha derivado en una nueva mudanza familiar, abandonando Milán, su ubicación anterior. "Lo importante es que estemos juntos, estamos bien y es lo único que importa, aunque no sé ni en qué idioma hablar", bromeaba la empresaria durante su reciente aparición en un evento en Madrid. La reconciliación llegó hace menos de dos meses: la prensa italiana lo avanzó en primer lugar, y finalmente ellos lo acabaron confirmando volviendo a posar juntos en redes sociales meses después.

Ha sido un tiempo, el que ha habido entre su ruptura y la segunda oportunidad que se han dado, plagado de especulaciones y rumorología. La mencionada sorpresa inicial derivada del anuncio de su separación provocó que se intentasen buscar posibles causas y razones ocultas tras la decisión. Y de todo ello ha hablado ahora Alice en la mencionada entrevista con ¡Hola!, dando cuenta de que comprendo lo inesperado de que separasen sus caminos en verano. "Siento que lo hemos gestionado fatal y entiendo también que la gente no entendiera nada, porque decían: "Si el día anterior se estaban besando, ¿cómo puede ser que ahora estén así?", comprende Campello, que coincide en las interpretaciones que se hacían entonces desde fuera sobre que las cosas habían ocurrido "de un día para otro".

Es por eso por lo que la veneciana ha querido dar la versión más completa y sincera sobre las razones por las que su historia de amor se rompió (temporalmente) tras siete años de casa. En su día, en los comunicados con los que anunciaron su decisión, ambos hicieron referencia a ciertas "incomprensiones continuas y mal gestionadas" que habían acabado desgastando la relación, negando rotundamente la existencia de terceras personas, como empezaba a rumorearse. Con el paso de los días, al verse desbordados por el revuelo mediático en torno a ambos, acabaron dando más explicaciones, cambiando en cierta manera de versión para señalar las depresiones que ambos habían atravesado, así como las discusiones que mantenían de forma habitual.

Alice, que asegura a la publicación que "no existe la relación perfecta, pero sí el amor verdadero" y que ambos lo han peleado "mucho" gracias a un trabajo diario, señala que ambos coincidieron en un momento en el que lo veían "todo negro", en referencia a las mencionadas depresiones. La fundadora de la marca Masqmai defiende que no son "máquinas que están todos los días felices y bien", y todo se originó por una cuestión de no estar bien con ellos mismos. En su caso, llevaba una temporada complicada tras el parto de la pequeña Bella, en el que se llegó a temer por su vida: "no me había recuperado ni física ni mentalmente", admite. En el caso de su marido, ocurrió algo parecido por "otros motivos personales" y también tuvo que convivir con una depresión, tema sobre el que él mismo ha hablado en profundidad. "Si los dos estáis mal, es muy difícil. Aunque luego, con ayuda de profesionales, todo es posible"; admite.

Según sus palabras, ni siquiera durante sus peores momentos, en sus enfados y en el tiempo que estuvieron separados dejaron de tener contacto. "No hemos conseguido realmente en todos estos meses estar muy separados", confiesa a la revista. Y hace mucho ejercicio de autocrítica no solo respecto a la gestión de su situación como pareja, sino también en relación a la exposición pública de la ruptura. "Hemos tenido mucha inmadurez en cómo lo hemos llevado. Pero cuando una persona no está bien, a veces no sabe gestionar las cosas de la mejor forma", señala, entendiendo que para la gente lo que sucedió fue "raro". Pese a considerar que no engañaron a nadie, en sus propias palabras, reconoce que el hecho de estar sufriendo y no estar bien les llevaba a hacer cosas de las que luego se arrepentían. "Han salido muchas cosas y quiero decir que hay veces que, cuando tienes tanta rabia o dices cosas feas, es porque estás muy dolido", ha valorado, coincidiendo en que los dos se "confundieron" en muchas cosas".

Ha sido gracias al trabajo personal y la terapia que ambos han conseguido darse una oportunidad de nuevo, tras haber ganado en autoconsciencia y en perspectiva de la situación en los últimos meses, en los que ambos han trabajado con respecto a, por ejemplo, cosas que hacían y a las que no daban importancia y podían molestar al otro. "Y cuando los dos hemos vuelto a estar bien, hemos podido trabajar en nosotros. Entonces, cuando hemos trabajado en nosotros, ya hemos podido recuperar todo", ha concluido.

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