La COVID 19 nos ha obligado a aplazar todos nuestros planes de los últimos meses, incluso de aquellos que estábamos esperando con gran ilusión, como la que podríamos definir como ‘boda del año’. Desde que Chenoa anunciara el pasado 14 de junio que iba a pasar por el altar, contábamos los días para poder verla vestida de blanco. Una ceremonia con Miguel Sánchez Encinas que se ha visto obligada a poner en “pausa” por la “difícil situación que estamos viviendo todos”. Pero esto no ha hecho que pierda ni un ápice de ganas de pasar el resto de sus días con el que consideraría el hombre de su vida. Así lo ha querido demostrar en un día muy especial para su prometido, al que no ha dudado en besar en un escenario idílico para recordar.
La intérprete de ‘Todo irá bien’ ha felicitado a su pareja por el día de san Miguel publicando una imagen donde sale besándole apasionadamente en la orilla de la playa. Una romántica escena que se habría realizado en la última hora de la tarde –la favorita de los influencers y denominada como ‘golden hour’- y en la que han jugado con las sombras, dejando quedando reflejado únicamente de este momento sus dos siluetas juntar los labios.
Él aparece sin camiseta y con un bañador -outfit ideal para un día de playa y sol-, mientras que ella opta por un bikini y un sombrero -un complemento que ha utilizado en más de una ocasión y que podríamos definir como sello identificativo de su particular estilismo-. Por supuesto, la artista no ha dudado en usar el hashtag clave que utiliza cada vez que sube algún contenido con su futuro marido, #troppo, que significa demasiado en italiano.
No sabemos si esa fotografía se habría realizado cuando el pasado mes de julio acudía junto al urólogo y la hija de este a disfrutar de su tierra natal, Mallorca. Con un dos piezas negro y naraja y otro sombrero, la cantante enseñaba los rincones favoritos de la isla a los dos, mostrándose cómplices y estando en todo momento pendiente de la pequeña, que agarraba su mano haciendo patente la magnífica conexión que tiene la compositora con la familia de él. Una escapada que habría servido para desconectar a Miguel de las duras jornadas de trabajo que habría tenido que realizar a causa del virus y por las que se ha mostrado inquieta la cantante.
La exconcursante de la primera e inolvidable edición de ‘Operación triunfo’ ha comentado más de una vez que ningún imprevisto hará que anule su boda con el médico, y avanzaba que la ceremonia se celebrará –si el coronavirus lo permite- el año que viene. “Es mejor que casarme sin poder abrazar a la gente que quiero”, explicaba en una exclusiva concedida para la revista ¡Hola!, donde descubría alguno de los secretos de este esperado enlace, como parte de la lista de invitados: “Evidentemente van a estar todos mis compañeros de Operación Triunfo”, aseguraba.
Esta frase nos hizo ilusionarnos y recrearnos en un primer momento con un posible nuevo reencuentro con su expareja, David Bisbal –que está a punto de tener su segundo hijo en común con Rosanna Zanetti. Pero nada más lejos de la realidad. La argentina dejaba claro en otra entrevista que sus exparejas no iban a estar presentes en el que será uno de los días más especiales de su vida. “No tengo ningún problema con ninguno de mis ex, pero tampoco tengo contacto con ellos. No invitaría a ninguno”.