Hay vida antes del fenómeno María Pombo. Y en su caso, también fue mediática. Previo a convertirse en la influencer estrella del feed patrio, su nombre comenzó a sonar fuerte por ciertos lares por una relación sentimental. Era 2014 cuando comenzó a salir con el futbolista Álvaro Morata, al que conoció mientras estudiaba Protocolo y Turismo. Su realidad cambió, incluso se trasladó durante un tiempo a Turín para acompañarle en su despegue profesional, pero su historia llegó a su fin antes de lo esperado.
No es justo relacionar su éxito en Instagram con este noviazgo, pero no podemos obviar que su primer empujón de likes se produjo en esta etapa. Lo que sucedió después fue inesperado hasta para ella. Más allá de su pasado sentimental, casi dos millones de personas se hicieron adictas a su día a día. Por su carisma, por lo familiar que era ver cómo una chica normal y corriente iba ganando en influencia, de ahí el término. Y así fue como se construyó un boom a golpe de post.
Sus caminos, aunque separados, siempre han sido vinculados de alguna u otra manera. El auge de María Pombo como prescriptora de moda la llegó a colocar a un nivel de popularidad superior al de su ex. Y como en todo, algunos trataron de crear rivalidad. Pero la cosa pasó a enturbiarse (o eso intentaron unos pocos) cuando Morata conoció a Alice Campello, su actual mujer y madre de sus tres hijos. Una cuestión que debatida en redes que, de una vez por todas, María Pombo ha decidido zanjar a través de un revelador 'questions and answers'.
La pregunta deja clara las suposiciones que hay en torno a la relación de la actual pareja del jugador de fútbol con la instagrammer. "¿Odias a Alice Campello?", le han planteado. "Eso es completamente falso. Las pocas veces que he coincidido con ella me ha caído MUY bien", ha declarado, con un 'muy' mayúscula que disipa los rumores del mal rollo. "Lo de odiar a las novias de tu ex o a las exnovias de tu novio simplemente por 'ser' me parece algo de otra época y nunca lo entenderé", ha reivindicado.
Eso sí, adelantándose a los haters, que en su caso son unos cuantos, la joven que acaba de convertirse en madre de Martín ha dejado por escrito que "otra cosa muy diferente es que se metan en tu relación o te hagan algo personalmente, entonces ahí estaría justificado".